viernes, 30 de abril de 2010

Bye bye abril


Hasta nunca, abril de 2010, hasta nunca mes intenso.

Mes intenso porque me enseñaste lo mejor y lo peor, porque empezaste muy bien pero a los pocos días me enseñaste tu verdadera cara, porque te recordaré siempre pero no siempre será de la mejor manera, pero no te guardaré rencor. Trataré de pensar siempre en positivo y trataré de recordarte por las cosas muy buenas que me diste, pero sólo por las cosas malas te odiaré.

Te odiaré siempre. Aunque te ponga buena cara, quiero que sepas que por dentro estaré odiándote, pero también quiero que sepas que no estarás solo en ese odio. Allí ya habita algún compañero tuyo desde hace mucho tiempo.

Bye Bye abril, no quiero verte más.

miércoles, 28 de abril de 2010

Apretones de manos


En las últimas semanas estoy descubriendo que hay dos tipos de muestras afectivas: Las de verdad y las de mentira.


Las de verdad son esos abrazos que nunca olvidas, que sientes como te llegan, que te quedan ahí aunque los cuerpos ya no estén abrazados, que te llenan de amor. También lo son esos besos fuertes, sonoros o mudos, pero besos al fin y al cabo. Esos besos que se dan con los labios y que te dejan una buena sensación o esos apretones de manos de verdad, de los que duelen, de los firmes y que tienen un movimiento seco que parece más brusco que cariñoso, pero que tras su brusquedad esconde grandes sentimientos.


Las de mentira son esos abrazos insulsos que parece que quieren evitar el roce, o esos besos que se dan mejilla contra mejilla en los que se debe aplicar la "fotofinish" para ver si hubo contacto físico alguno o lo que es peor: esos apretones de manos en los que te encuentras una mano flácida, de manteca, como si fuese de goma, que no te dice absolutamente nada y que parece que quiere huir de tu lado lo antes posible. Para recibir este tipo de muestras afectivas, la verdad, es mejor no recibir nada.


Desde aquí lanzo un llamamiento para que todas las muestras cariñosas sean de verdad, que desaparezcan las de mentira, que quien me dé la mano lo haga con fuerza, que quien me abrace me destroce la columna y quien me bese lo haga con cariño (me da exactamente igual que me bese un hombre o me bese una mujer, porque ese cariño que transmite será con lo que yo me quede), porque yo lo haré así y porque en estos días me demostrasteis todos que lo sabéis hacer....y además muy bien.

martes, 27 de abril de 2010

Odiosas situaciones


En esta vida que nos está tocando vivir no sólo están las cosas buenas que a todos nos encanta disfrutar. También hay esas otras cosillas que, por una u otra razón, odiamos hacer, odiamos que nos hagan u odiamos que alguien haga. De ese tipo de cosas, que no llegan a ser malas del todo, pero que nos molestan hablaré hoy, proponiendo un par de situaciones que yo no acabo de llevarlas bien.


Situación 1: Estar en un establecimiento hostelero, pedir la cuenta para pagar y que te tengan un buen rato esperando. Reconozco que esto lo llevo muy mal. Si estoy cenando en un restaurante y pido la cuenta es que me quiero ir, no que me quiero quedar allí media hora más mirando al techo. ¿Tan difícil es pedir una cuenta y que te la lleven rápidamente a la mesa?. Ahora está todo informatizado y sacar la cuenta del ordenador es tan difícil como pulsar una tecla. Se imprime y a la mesa en un tiempo estimado de 47 segundos. Pero la espera no acaba ahí porque luego pasa otro buen rato en que te cobren y otro en que te den el cambio. Vamos, que estás más tiempo para pagar que para comer. Como tengas pensado tomar una copa antes de irte a casa...olvídate. Cuando salgas de restaurante ya será demasiado tarde.

Situación 2: Ir a una reunión convocada para las 18:00 horas, que sean las 18:10 y que el convocante diga aquello de "bueno, vamos a esperar 10 minutos más por si todavía viene alguien más". Estoy escribiendo esto y noto como mi sangre empieza a hacer gloglogló (hervir) porque es algo que nunca entendí y nunca entenderé. Si yo me las apañé para estar en la reunión a la hora en la que fui convocado, porqué no lo hace todo el mundo. Si la reunión es a las 18:00 que empiece a las 18:00 y si alguien no llegó pues mala suerte. Esto ocurre muchas veces en ese tipo de reuniones que todos adoramos y que ten entrañables son: Las reuniones de comunidades de vecinos.

Situaciones como estas habrá mil dentro de cada uno de nosotros. Algunas coincidirán y otras no. Ahora os pregunto yo a vosotros: ¿Qué situaciones os resultan odiosas?




Como compensación os regalo una canción que ayer tuve el placer de re-descubrir, ya que la tenía algo olvidada en la parte trasera del cerebro y no se lo merece. Una canción preciosa en una de sus grandes versiones y que, si se me permite, recomiendo escuchar con los ojos cerrados y recordando. Espero que os guste....


domingo, 25 de abril de 2010

Enhorabuena corredor....


Hace poco más de un año y a través de este mismo medio daba la enhorabuena a un amigo por cumplir su sueño ferroviario. Hoy, 25 de abril de 2010, otro amigo mío también ha cumplido su sueño.

Después de 42 kilómetros y 195 metros que empezaron a las nueve de esta mañana por las calles de Madrid consiguió pasar la meta. Una meta que representaba mucho más que una carrera concluida.

Para él ya era algo muy bueno estar hoy allí, pero terminar esa carrera es, estoy seguro de ello, una de las cosas más emocionantes que hizo en su vida, porque correr una maratón es un esfuerzo físico y mental máximo (que cada uno se haga una imagen mental de lo que son 42 kilómetros y que se imagine correrlos), pero es un esfuerzo personal de cada uno. Es una carrera en la que llegar a la meta es la victoria personal de cada participante y por eso mismo, hoy mi amigo...ganó.

Enhorabuena y a pensar ya en otras metas.

jueves, 22 de abril de 2010

Sonrisas y Lágrimas


Lo malo de las cosas buenas que tenemos en la vida es que prácticamente nos nos damos cuenta de ellas hasta que dejamos de tenerlas, que es cuando echamos la vista atrás y lamentamos no haber disfrutado de ellas al máximo, seguramente por pensar de una forma equivocada que esas cosas estarían siempre con nosotros.


Por otro lado, las cosas malas también tienen su lado positivo y ese es el aprendizaje. De las cosas malas siempre se deben sacar conclusiones que nos sirvan para el futuro, para evitar, en la medida de lo posible, que nos visiten de nuevo y para hacernos fuertes, porque las cosas malas nos hacen cada vez más fuertes. Su deber es hacernos débiles pero pocas veces lo consiguen.


Y de todo esto debemos sacar una importante conclusión. Si nos está pasando algo bueno en la vida (seguro que si), que puede ser algo grande (una relación, familia, etc.) o algo pequeño (una cena, una conversación, un libro, una peli, etc.), debemos disfrutar de ello al máximo y con muchísima intensidad porque nunca, y es así de triste, nunca sabemos cuándo se va a terminar y entonces será a partir de ese momento cuando echaremos la vista atrás y lamentaremos no haber disfrutado lo suficiente de aquello que nos hacía sonreír.




Soy incapaz de sacar a Dinamita de mi mente...

Cuelgo este vídeo que está ahora muy de moda, pero sólo lo mantendré dos o tres días. Luego lo quito. Es para ver si consigo quitarme de la cabeza la dichosa canción de Dinamita porque no puedo con ella. Cada minuto de mi vida tengo esa canción bombardeándome la mente....



miércoles, 21 de abril de 2010

Psssst

Que nadie me oiga el secreto que os voy a contar. Gracias a mis múltiples contactos con las mayores multinacionales y a la confianza que ellas tienen en mi os voy a presentar un invento que recolucionará el mundo. Atrás se quedará internet, el DVD, el wifi, la telefonía móvil, las televisiones de lcd, ...todo. Todo se quedará atrás gracias a este nuevo invento.

No se lo contéis a nadie.....



martes, 20 de abril de 2010

Canciones parásitas

Me veo en la obligación de pediros disculpas a todos. Desde que escribí el post de la música española de los años noventa soy completamente INCAPAZ de sacar de mi cerebro la canción de Dinamita Pa Los Pollos y por eso pido disculpas. Temo que a vosotros os haya pasado lo mismo y me odiéis por ello.
(...camarero sirvanoooos el mejor bourbon de Texaaaas ayayayayayayy....)
Me levanto y ya estoy cantando, me ducho y estoy cantando, me visto y canto, desayuno y canto, voy en coche y no pongo la radio. ¿Para qué?, si ya voy cantando yo. Estoy parado en un semaforo, le digo al coche de al lado que baje la ventanilla y me pongo a cantar.
(Brindaremos porque ayer nos separo ella y hoy nos une esta botella beberemos hasta que salga el sooool, que salga el soooool, ye, ye yeeee...)
Soy incapaz de concentrarme en nada que no lleve la palabra bourbon escrita, en casa me dan por perdido, mi mujer ya habla de mi en pasado y mis hijos me ignoran cuando me ven, pero es que no paro de cantar.
(Ella tiene todo por lo que dos hombres pueden peleaaaar (menos un cadillaaaaac)....)
Temo que me pase como ese cliente que tenía (y que tengo) que siempre, y cuando digo siempre es SIEMPRE (y van más de quince años), estaba silbando la canción de "Cucuruchito de manís". ¿Estaré el resto de mi vida cantando el bourbon de Texas?. Espero que no.
(Ni tu ni yo nos dimos cuenta que tras sus tetas no habia corazoooooon ...)
Algo parecido ya me pasó hace unos años que no podía sacar de mi cabeza el nombre de Yehudi Menuhin. Era incapaz y constantemente estaba sonando dentro de mí. Yehudi Menuhin, Yehudi Menuhin, Yehudi Menuhin...y así sin parar hasta que un día se me quitó sin aviso previo...
¿Algún psiquiatra en la sala, por favor?
(Caiga quien caiga a sus pies que le puede importar ( Siempre habrá maaaas)....)

viernes, 16 de abril de 2010

Tras sus tetas no había corazón...







....sólo ambición.




Los de mi generación, que es la misma que la de la mayoría de vosotros, tuvimos la inmensa suerte de contar con una grandísima época musical española. Grupos salidos de no sé dónde que nos aportaban una banda sonora a nuestra alocada vida de esos años, canciones que recordamos perfectamente a día de hoy y que nos dejaron frases tan buenas como la que da título a este post y sonrisas, porque detrás de esas canciones había siempre sonrisas.



No nos podemos olvidar de Loquillo y Los Trogloditas y su cadillac, de Dinamita Pa' los Pollos que nos veían en el infierno, de los Hombres G que tanto nos querían, de Modestia Aparte que luchaban por su amor, de Aerolíneas Federales que no tenían mando a distancia para el vídeo, de las gaviotas de Duncan Dhu, del error sin solución de Alaska, de la desidia que tenían al borde del mar los de Objetivo Birmania, de lo bonito que les parecía todo a Los Sencillos, del novio de Rubi que mataba el tiempo tocando la batería en un conjunto beat, del nombre que escribieron Los Secretos sobre un vidrio mojado, de las cerezas que les gustaban a Los Ronaldos, del camino que según Gabinete Caligari nos llevaba a Soria, las dos tierras entre las que estaban los Héroes del Silencio, la tumba sobre la que bailaban los Siniestro, el sabor de amor de Danza Invisible, la canción que nos cantaban Los Rebeldes bajo la luz de la luna, el imperialismo de Los Nikis, de los negritos hambrientos de Glutamato Ye-Ye, y de tantos y tantos grupos y canciones que hacen imposible hacer una lista sin olvidarse unas cuantas decenas.


No voy a dejar este post sin un pequeño recuerdo musical. Se me ocurren mil y me apetece poner dos mil. Me decanto por la que da título a este post que nos sirve a todos como recuerdo de una gran época. Espero que os guste la elección.




Punto de inflexión. De aquí, todo para arriba.

No soy yo dado a hacer estas cosas en este blog ni creo que los que lo leeis tengáis que "sufrir" mi estado de ánimo tendente a la baja en las últimas semanas. Por eso quiero hacer un punto y seguido tras estos días en los que, literalmente, no pude escribir nada. Sirva como punto de inflexión este texto que pude recoger entre los muchos textos que en estos días se publicaron recordando a mi hermano Julián, todos ellos preciosos y muy emotivos. Lo cuelgo aquí porque sé que él leía este blog cada día y, quién sabe, a lo mejor allá donde esté tiene ADSL. Gracias por todo. El texto es de Miguel Cane.

Querido Julie

Esto que te escribo, he tratado de escribirlo muchas veces en los últimos días, pero no había sabido — no sé todavía- como, pero pienso en ti mientras lo hago y sé, espero, que comprenderás, que estás escuchándome, que te sonríes sobre mi hombro, mientras escribo esto para tí, Julián.

¿Qué te digo? Lo que te dije cuando nos vimos el mes pasado. Lo que te dije siempre que pude — gracias. Gracias por estar ahí cuando bajé del avión, lleno de ilusiones. Gracias por estar ahí para ayudarme a levantar los pedacitos, cuando se rompieron, poco a poco, esas mismas ilusiones y gracias por recordarme, mientras barríamos los restos, que el optimista por defecto era yo. Gracias por esas charlas nocturnas en el Chino. Gracias por escucharme.

Gracias por adoptar a Miss Audrey Dear y darle un hogar, cuando estuve incapacitado para hacerlo yo; gracias por enseñarme a decir tacos en castellano para que la gente no me viera con extrañeza. Gracias por haberme traído a esta casa y ser el primero de mis amigos en entrar a ella.

Gracias por, literalmente, darme la camisa cuando fui náufrago, darme de comer cuando estuve hambriento, darme orientación cuando me perdí, darme el superglú cuando tuve roto el corazón, y darme una familia cuando fui huérfano.

Gracias por ser el “yo” que me hablaba, en el blog que tuve antes. Y gracias por prácticamente obligarme a abrir este otro. Gracias por compartir conmigo tu nombre secreto. Gracias por la complicidad. Gracias por no mosquearte cuando no veíamos el mismo punto, evento o persona, bajo la misma luz. Gracias por llevarme al Entierro de la Sardina. Gracias por reirte de mis malos chistes, por ser mi amigo, por ser mi hermano grande, mi mamá y mi papá.

Gracias, Julie. Gracias por dejarme entrar. Por ser cotilla conmigo y por reírte conmigo. Por devolverme la fe muchas veces cuando estuve por tirarlo todo. Por meter el hombro, por asustarte cuando creías que me lanzaba al vacío sin red. Por muchas veces, ser esa red.

Gracias por Coqui y por Candela. Por ese cariño grande y bueno. Por las reconvenciones y las licencias. Por los nombres clave que sólo nosotros entendíamos (“hay un frente frío en Esto-es-el-colmo”, “hay un sol brillante en San Lorenzo”). Gracias por darme mi lugar donde no era evidente. Gracias por recordarme dónde no era mi lugar también.

Gracias por las gominolas y las cebolletas. Por la pasta y la sardina planetaria. Por reírte conmigo, por dejarme llorar cuando hizo falta. Por lo que me dijiste la última vez que nos vimos sobre la paciencia y el cariño. Por lo que me dijiste la primera noche que estuve aquí, sobre la paciencia y el cariño. Por todas tus enseñanzas sobre la paciencia y el cariño.

Gracias, Julián. Gracias por que no te despediste, pero me regalaste una sonrisa. Porque esa tarde sacamos las porteras que llevamos dentro y nos reímos porque nos hacía falta.

Gracias, también, por la música. Lo menos que puedo hacer es corresponder. Aqui tienes la voz de Cat Power (te recuerdo con mis cascos en la oreja) con una canción que sé que te gustaba, y que sin duda alguna, representa lo que eres tú, no sólo para mí, sino para todos los que te pensamos y te queremos y queremos verte de nuevo. Y lo haremos un día.

Literalmente, eres el más grande. Así entonces, hasta no verte, te abrazo fuerte, con una caja enorme de besos, y todo nuestro cariño.

Que todo se llene de amor.



martes, 13 de abril de 2010

Vuelvo enseguida...

Momentos muy duros, momentos muy crueles pero de los que incluso se pueden sacar lecturas positivas que siempre quedarán grabadas dentro de mí.

Tras unos días sin escribir espero volver en las próximas horas.

Muchísimas gracias por todo.

miércoles, 7 de abril de 2010

Rotación


Del post de ayer se podría deducir que el 90 % de la población no está del todo satisfecha con la labor que desarrolla y le gustaría probar otras opciones, aunque también se puede interpretar de otra manera: El 90 % de la población tiene inquietudes y no quiere quedarse estancada por lo que desea probar otro tipo de actividades que les permitan sentirse más realizados en la vida.

Pero a mi, en cambio, me sirvió para empezar a montar un partido político con el que llegar rápidamente al poder y poner en práctica la Ley de Rotación Laboral (LRL), apoyada por la mayoría parlamentaria y que consistirá, básicamente, en que los puestos de trabajo serán rotatorios para todos y cada uno de los españoles sin excepción, durante un periodo no inferior a un mes ni superior a tres meses, que dicho en cristiano (no ronaldo) sería que este mes trabajamos de inspectores de hacienda y el mes que viene conduciremos autobuses escolares o que podemos ver a ese director de oficina bancaria que nos negó el préstamo para comprar el terrenito en Villalpando, a los dos meses cortando 200 gramos de mortadela fina y sin aceitunas en el Hipercor de Sanchinarro.

De esa manera se consigue que todo el mundo esté motivado por empezar a desarrollar una nueva tarea, que cuando esté empezando a estar quemado se le cambie de puesto sin que ello afecte a su equilibrio mental y que nadie se crea superior a nadie por desarrollar determinada labor (de estos hay unos cuantos por el mundo).

Así que ya lo sabéis. En las próximas elecciones dejaros de partidos sin proyectos y centraros en el HGT, el que verdaderamente os hará felices. Además se admiten todo tipo de regalos y sobornos a cambio de puestos representativos. ¿Qué más se puede pedir?. Vota HGT. No lo dudes.

Y luego ya hablaremos de la LRF (Ley de Rotación Familiar)... (imaginaros pasar la Nochebuena en casa de los Pérez y Año Nuevo en casa de los Antúnez).

Vota HGT.

lunes, 5 de abril de 2010

Mi amigo el bibliotecario.


Esta mañana me llegaba una confesión del gran Keith Richards (amiguete mío, puesto que ya nos vimos en 3 ocasiones) en la que decía que le gustaría ser bibliotecario e iba más allá cuando no descartaba estudiar para ello y así poder gestionar su propia biblioteca. Quién lo verá, entre whisky y peta, sacando un libro de una estantería de su salón para leerlo en la cama y ponerse él mismo el sellito para devolverlo dentro de quince días.


Por otro lado, también me llegaba el deseo de otro amigo (éste mucho más cercano) al que llamaremos J y que dice que le haría ilusión conducir un autobús municipal, con el único estrés, según él, de pararse sólo en las paradas previstas y no tener que improvisar en ningún momento.


Y como ellos confiesan, yo también lo haré. Por un lado me gustaría muchísimo ser policía, pero no un policía de uniforme y patrulla, no. Un policía de minuciosas investigaciones, de contrastar mil datos, de resolver misterios, aunque también sería feliz multando a los que van hablando por teléfono mientras conducen. Ufff, que pedazo de multas iba a poner....


Pero lo que realmente me gustaría hacer es trabajar en la recepción de un hotel. Esto sería para mi la felicidad absoluta. Ver los clientes que entran, los que salen, hablar con ellos, indicarles las mejores direcciones para cenar, hablar en varios idiomas, trabajar de día, de noche.... Lo pienso y se me pone la piel de gallina y todo. Y si el hotel es de cuatro para arriba, entonces ya sería el sumum repanochum.


Como estoy convencido de que a todos os gustaría, aunque sólo fuese por un día, trabajar en algo que no es lo vuestro, os animo a sinceraros y compartirlo al igual que ya lo hicieron mis amigos Keith, J y yo mismo. Lo que si ruego es que se abstengan aquellos que dicen "es que yo trabajo en lo que siempre desee y soy tan feliz".


Anímense, mis seguidores....

jueves, 1 de abril de 2010

Prrrrom, pompopooom, piiiii, prrrompopooom



Tengo claro que el título de este post igual suena mejor dentro de mi cabeza que escrito en una simple pantalla de ordenador. Por si alguien no lo había pillado, me estoy refiriendo a los típicos sonidos procesionales de la Semana Santa (noto como me llegan vuestras caras con mezcla de sorpresa e indiferencia).




Debo reconocer y reconozco, como diría aquel, que esta es una de las épocas del año que más me gusta, aunque nunca haya disfrutado de vacaciones en estos días. Me gusta porque se empieza a mover toda la maquinaria del verano, empiezo a ver gente que habitualmente no vive aquí, en las noticias se empiezan a ver bañistas en las aguas de Benidorm (donde siempre SIEMPRE sacan a una mujer haciendo top less), comienzan a instalarse terrazas en los bares y cada vez hay más luz, energía necesaria para sobrevivir.

Desde ahora y hasta la llegada del verano es todo mucho más rápido, empezamos a ver el frío por el retrovisor, las largas noches dan paso a tempranos amaneceres y el silencio deja sitio al bullicio del ocioso.

Disfrutad de estos días, pero no lamentéis su final, que antes de que os deis cuenta estaréis de nuevo con el ombligo al sol.



¿Estáis despiertos?