miércoles, 2 de junio de 2010

Conciliación


Esta palabra no sé muy bien si es un palabra que ahora está de moda o es que se puso de moda dentro de mi propio vocabulario y forzada por la necesidad.


Los que tenemos niños en edades en los que ellos mismos aún no se autoconcilian, sabemos que hoy en día es una tarea casi casi imposible y que en estas fechas nos ponen los nervios a flor de piel. En unos días los nenes se quedan de merecidas vacaciones a lo largo y ancho de casi 3 meses, cuando sus papás pueden tener o no tener vacaciones que nunca, y en el mejor de los casos, llegarán a 30 días.


Y es en este momento cuando empiezan las familias a hacer estrategias, a intentar apuntarlos en cursos con una lista de espera de 17.000 niños, a buscar de forma desesperada cualquier opción e incluso a sobornar abuelas que, en estos casos, son las verdaderas heroínas del verano (No sé porqué hablo en femenino, cuando también hay abuelos héroes del verano) y todo ello intentado que los niños estén lo mejor posible y sus padres puedan trabajar en las mejores condiciones (conciliación).


Es posible que en este momento haya algún/a cafre pensando aquello de "haberlo pensado antes". Si eres de esos/as directamente te diría que no tienes ni idea de lo que dices y que a veces las cosas son más difíciles de lo deseado, pero eso no significa que las satisfacciones que puedas recibir de tus hijos no sean inmensas.


Vamos, que lo de la coniciliación es muy bonito en la teoría, pero casi imposible en la práctica, que es dónde realmente se necesita.

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