viernes, 26 de junio de 2009

Jacko

Hace pocos días (no más de diez) practicaba una especie de "brain-storming" virtual y musical con un amigo que consistía en enviarnos enlaces de YouTube a través de internet con canciones que de una u otra manera nos habían marcado. Esto que así escrito parece un peñazo es un buen ejercicio que resulta muy agradecido además de hacerte recordar canciones que prácticamente estaban fuera de tu mente y con pocas posibilidades de volver.

La realidad es que tras enviarnos 3 o 4 canciones acabamos en Michael Jackson y ambos llegamos a la misma conclusión: "Este tío es buenísimo. Tiene unas canciones buenísimas".

Y es que Michael Jackson, por debajo de su excéntrica imagen, de su denostado comportamiento, de sus locuras inexplicables tenía una base impresionante y es una pena que se haya ido perdiendo y difuminando con el paso del tiempo hasta conseguir hacer una caricatura de sí mismo.

Pero esta noche nació la leyenda...





*: Mi intención inicial era poner la primera canción que yo escuché con Michale Jackson de protagonista. Era una que cantaba junto a sus hermanos (The Jackson Five) que se titulaba. "Blame it to the boggie", pero al buscarla en YouTube encontré esta versión que para mi resume perfectamente el fenómeno Jackson.

**: El "Brain-Storming" (tormenta de cerebros o de ideas) consiste en juntar a varias personas y que estas empiecen a "escupir" todas las ideas que tengan sobre un determinado tema. Es un recurso muy utilizado en la creación de campañas publicitarias y consigue ser una de las formas más eficaces para sacar a relucir algunas ideas que de un modo individual sería imposible aflorar. Personalmente opino que esta práctica debría ser obligatoria en todas las empresas no necesariamente publicitarias un par de veces al año por lo menos.

miércoles, 24 de junio de 2009

Waiting For The Mama Chicho


Estoy esperando a las Mama Chicho. De un momento a otro sé que aparecerán y que ya no habrá marcha atrás.


Las Mama Chicho eran aquellas chicas que salían ligerillas de ropa en telecinco y que hicieron las delicias de los chavales que empezaban a debutar en su pubertad. Chicas que comandaban la programación de aquella cadena de televisión que, entre otras "joyas", programaba un entretenidísimo show de Jesús Puente que se llamaba "Su Media Naranja". Chicas que a día de hoy nada se sabe de ellas pero que, incluso, llegaron a disfrutar de un jacuzzi junto a Jesús Gil.


Y digo que las espero porque este mediodía encendí la televisión con ánimo de recibir información actualizada y me encuentro con la versión renovada de aquel programa de juicios televisados llamado "Veredicto". La renovación consiste básicamente en el cambio de nombre, que ya no lo presenta Ana Rosa Quintana y que el juez es otro, ya que aquel falleció en aquella época. El resto es exactamente igual.


Yo no podía dejar de ver el programa. Era increible comprobar como existe gente en este país capaz de ir a resolver sus problemas a la televisión. En el caso de hoy, un chico le pedía a su hermanastra de treinta y pico años (entregada en adopción al nacer y a la que había conocido hace 15 días) que le pasase una pensión de 600 €uros para ayudar a su madre biológica (de los dos) que estaba enferma. La hija en cuestión no conocía ni de vista a la señora y tras todos estos años sin que nadie se acordase de ella tiene la suerte de que se le aparece un jeta (el hermanastro) que la lleva a "Veredicto" o como se llame ahora para pedirle 600 €uros diciendo que es su hermana y que la quiere mogollón (en la vida se habían visto).

Bueno, pues tras unas deliberaciones de chichinabo va el juez televisivo y la condena a pagar doscientos y pico euros todos los meses hasta que la madre nomadre fallezca. Hay que joderse...


Ella parecía lista, pero mucho no debe serlo para ir a "Veredicto" a resolver este asunto y mucho me temo que por esa falta de listeza (que conste que la tipa cobraba 4500 €uros mensuales) pagará esa pensión antes de ir a los tribunales de verdad.


Lo dicho: Las Mama Chicho están al caer.

Amistad


Hace tiempo me autoproclamé como un gran defensor de las reuniones periódicas, regulares o irregulares, de amigos en condiciones alegres, distendidas y divertidas; que los funerales también reunen amistades pero no forman parte de mi defensa.

Considero que la vida de cada uno está formada por varios componentes humanos fundamentales y cada uno de estos componentes juega un papel importante: Está la familia, está la pareja, están los hijos y están los amigos. No tenemos porque tener todos los componentes ni tampoco tienen que estar necesariamente separados (de hecho es muy interesante mezclarlos de vez en cuando) pero si me parece fundamental para el bienestar interno de cada uno poder disfrutar cada cierto tiempo de estos componentes (los que se tengan) de una manera independiente del resto de ellos. De los amigos es de lo que hablo en este post.

Por fortuna para mí, esta semana pude disfrutar de una comida con algunos de mis amigos. No estaban todos los que son, pero si eran todos los que estaban. En ese tipo de comidas hablamos de todo, de lo importante y lo banal, de lo divino y de lo humano, de la alegría y la tristeza, pero hablamos, opinamos, reimos, discutimos y sobretodo recordamos.

Yo soy de los que escucho más que hablo y muchas veces lo hago por no considerarme preparado a opinar sobre ciertos temas, pero mientras escucho pienso y mientras pienso disfruto...y al final concluyo siempre con la misma idea en mi cabeza: "Que suerte tengo de poder estar aquí en este momento y poder disfrutar de esta compañía".

Puede sonar cursi y de hecho suena, pero es real y agradezco a la persona que tuvo la grandísima idea de proponer que estas comidas se repitiesen, al menos, una vez al mes. De momento llevamos dos y espero que ese número vaya creciendo.

Y es que todo tipo de reuniones son fundamentales con la excusa que sea: Ir a comer, ir a cenar, tomar un vino, un fin de semana rural, una llamada de teléfono...pero hay que hacerlas y no se puede uno dejar llevar por la pereza, ni por la desidia, grandes enemigos de este tipo de valores.










sábado, 20 de junio de 2009

Besando el suelo


Ayer me caí en la calle (en estos momentos me pongo colorado) y la verdad es que cuando uno se cae en la calle se producen una serie de sensaciones inmediatas extrañas como esa en la que rápidamente piensas que todas las personas que conoces están viéndote, señalándote con el dedo y riéndose con sonoras carcajadas dándose codazos los unos con los otros. O esa en la que notas como tu cara adquiere un tono rojizo intenso incapaz de remitir. En ese momento lo que más deseas del mundo es que todo vuelva a la normalidad y, salvo lesiones, intentas batir el record del mundo de levantamiento de cuerpo inmediato consiguiendo que la reposición sea como 3 veces más rápida que la caida en sí para que, con toda dignidad, sigamos el camino como si nada hubiese pasado.

Pero lo que me preocupa gravemente es que la caida se produjo en la zona que los gijoneses llamamos "Puerta de la Villa" (lapuertalavilla de toda la vida) y me preocupa porque hace unos meses se producía un hecho similar en la misma zona, a escasos 10 metros del lugar donde ayer besé el suelo y me quedé mirando pa La Meca, con lo que la "puertalavilla" pasará a ser considerada como mi particular triángulo de las Bermudas gijonés, ya que cada vez que lo atravieso me ocurre algo.

En aquella ocasión (la de hace unos meses) llevaba a mi hija en brazos y pegué un resbalón. Mi pensamiento en ese momento era que a ella no le pasase nada, con lo que la abracé fuertemente y caí de culo (para que me entendáis), dejándome la espalda y la rabadilla pero consiguiendo, eso si, que ella saliese ilesa e incluso riendo y pensando que estaba en Port Aventura. También en aquella ocasión quería estar solo y que nadie de los que por allí deambulaban me conociesen y, a priori, lo conseguí peeeero, y aquí viene lo grave, a los dos
días recibo una llamada de una conocida que me dice que me vió caer, que ella estaba metida en un coche y parada en el semáforo y vió toda la jugada en la que casi me desnuco.

Todavía a día de hoy pienso que la cabrita podía haberme ayudado, podía haber bajado del coche en el que estaba comodamente sentada, podía haberme preguntado si estábamos bien...pero no. Como estaba lloviendo....igual fastidiaba su peinado....

miércoles, 17 de junio de 2009

No sé lo qué me pasa últimamente...

La nostalgia me puede.

martes, 16 de junio de 2009

Mi pequeña mala suerte II


Hace ya unos cuantos meses y en un post homónimo a este os hablaba de lo que yo denomino "Mi pequeña mala suerte" que no es otra que aquella que aparece en las cosas sin importancia, que te inoportunan, pero que a la larga sirven para reirse.

Un ejemplo de ella es lo que me ocurrió hace pocas fechas cuando me encontraba inmerso en un apasionante espectáculo de un lanzador de cuchillos. El individuo en cuestión tenía poca credibilidad y en un momento de su show se decidió a bajar del escenario para codearse con el agradecido público y buscar un voluntario al que, con la cara tapada, lanzase sus cuchillos de afiladas puntas poniendo en riesgo su maravillosa vida.

A ver si adivinais en quién narices se tuvo que fijar Don Cuchillón para hacer su show. Mira que allí había unas 300 personas, que había gente que sería capaz de matar por subir al escenario, que había gente de 7 u 8 nacionalidades distintas, que había gente guapa (hombres y mujeres) y va el Rey de la Puntería y se fija en mí que ni siquiera estaba mirando para él.

Allí me vi yo enfocado por un cañón de luz similar al del Horóscopo (famoso club de alterne gijonés que atrae a sus clientes enfocando al cielo con un cañón de luz al estilo Batman), con los 600 ojos mirándome fijamente y con Don Cuchillón diciéndome que me animase a subir porque lo iba a pasar muy bien ("cojonudamente bien, no te jode" pensaba yo para mis adentros). Le dije que NO y el insistía e insistía como si se llevase una comisión por sacarme. Ya sé que soy un chaval muy salao y que conmigo el espectáculo es un éxito seguro, pero NO. Tras dejarme ciego con el cañón de luz enfocando directamente a mis pupilas y unas durísimas negociaciones, al final, el amigo se dió cuenta que no tenía ni puñetera gana de participar en su show y se fué a por otro al que le hiciese más gracia que a mi salir allí a ser acuchillado en directo. Por cierto: Estoy seguro que si hubiese aceptado me hubiese caido un cuchillazo en la pierna, que me conozco y se lo que me pasa en estos casos.

Me da rabia porque cuando sortean un bono para unos masajes en un spa, una cena para dos personas o un billete de avión jamás me toca, pero eso si, sortean entre 300 personas el grandísimo honor de poder participar en un show de cuchilleros y va y me toca. Hay que jorobarse...

Si es que tengo una suerte...

A vueltas con la regresión

lunes, 15 de junio de 2009

Regresiones Veraniegas


Yo no sé si os pasa a vosotros ni sé de qué será síntoma, pero de vez en cuando tengo unas regresiones mentales al pasado para recordar cosas que habían salido de mi cerebro bineuronal y que jamás pensaría que volverían. Ahí os dejo alguna veraniega.

Regresión Nº 1: Esta es de nota y supongo que muchos, de los que sois de Gijón o veraneabais aquí, lo recordaréis e incluso exclamaréis: "Es verdaaaad". La pasada semana estaba en la playa jugando con mi hija a hacer castillos de arena. Constantemente me acordaba de cuando los hacía para mi disfrute propio, de los fosos que hacía, las murallas y los ríos con agua de verdad que rápidamente quedaba filtrada en la arena pero de pronto vinieron a mi cabeza unos clavos enormes que una empresa regalaba en la Feria de Muestras y que los infantes utilizábamos para lanzarlos y clavarlos en la arena de manera vertical. ¿Os acordáis?. No tengo ni idea qué empresa los regalaba (seguro que mi hermano Julián si se acuerda) y me quiere sonar que existía otro regalo muy típico de la Feria, pero mi mente ahí no llega. Ese regalo para niños es hoy en día impensable por su afilada punta y por su similitud a un arma blanca..pero nosotros tan felices clavando aquel clavo en la arena de San Lorenzo... Anda que no jugamos con aquel clavito.

Regresión Nº 2: Esta también la relaciono con el verano y seguramente sea así porque mis compañeros de colegio (entre los que me incluyo) celebraban sus cumpleaños en verano. Durante unos años estaba de moda regalar un juego que podríamos definir como el verdadero antepasado de la PSP o de la Nintendo "nosequé": Los juegos de agua Geyper. Eran "divertidísimos" y consistían en apretar un botón para que unas bolillas de colores subiesen por el agua impulsadas por el aire y había que meterlas en unas cavidades distribuidas por la "pantalla". Divertidísimo oiga!!!. Si le regalas un juego de esos a un niño de ahora, lo más probable es que el juego de agua Geyper acabe en tu garganta (vease la foto).

Otro día propongo hablar de las avionetas con cartelillos publicitarios colgantes o de las pelotas de Nivea.

Y a mí, ¿Por qué me da por pensar estas cosas?.


Os dejo el enlace a una canción que quiero que sirva como homenaje a Los Stukas. Una canción que escuché muchas, muchísimas veces a lo largo de mi vida. Disfrutadla porque merece la pena:

domingo, 14 de junio de 2009

He vuelto...


...de las vacaciones más cortas de la historia (de mi historia, para ser justos), y no me refiero a que sea la vez que menos tiempo haya estado fuera de casa, sino a que se me han hecho cortísimas, prácticamente fugaces. Pero la realidad es que en estas vacaciones, además de tomar el sol y descansar merecidamente, pude realizar una serie de estudios interesantísimos que plasmo a continuación:

  1. El cuerpo humano es capaz de asumir en una semana una cantidad ingente de colesterolazo del malo y a base de bien. Desayunos compuestos de chistorra frita, panceta a la plancha con su grasilla rebosante, crepes recién hechos, salchichas de frankfurt tamaño europeo y todo lo malo que se os pueda ocurrir. Puro placer.... culminado con un poco de fruta, eso si, para disimular.
  2. También pude comprobar que el cuerpo humano soporta tantas piñas coladas al día como sean necesarias. A mí me las ponían allí y yo no iba a decir que no.... A ver quién es el guapo que dice NO a semejante manjar.
  3. Existen personajes en este tipo de hoteles (me refiero a los todo incluido) que al llegar solicitan al departamento de cirugía del hotel que les añada de manera inmediata un vaso en su mano derecha y con ese vaso se pasean durante toda su estancia, rebosante a poder ser. De hecho, al llegar nosotros a la recepción, lo primero que vimos fué a un individuo de nacionalidad extranjera desconocida con una vaso repleto de alguna bebida alcohólica. A lo largo de la semana nos cruzamos con él en múltiples ocasiones ...siempre con su apéndice en forma de vaso. Y adivinen quién fué la última persona que vimos al marchar del hotel... Efectivamente!!!, a Mister Priva (así fué rebautizado). Estoy empezando a pensar si era real o era una aparición misteriosa de esas que salen en las pelis de miedo y que al rato desaparecen sin dejar rastro.
  4. Que el que suscribe y, por lo que pudo comprobar, alguno más cada vez le hace menos gracia montar en avión y estoy convencido que gran parte de este "respeto" se debe a las incomodísimas medidas de seguridad que ya te empiezan a poner nervioso una hora antes de subir al avión: Que si quita el cinturón, que si las monedas, que si la mochila, que si el reloj, que si pita o no pita. Y luego en el vuelo, que si tormenta, que si quitamos o ponemos el cinturón, que si las mascarillas, etc. De ahí que al aterrizar la mitad del pasaje (entre lo que NO me incluyo) se arrancase en un aplauso voluntario como si hubiésemos llegado de una misión complicadísima de la NASA. Y eso que el vuelo no fué nada malo. Más bien todo lo contrario. En fin...

Volveré...vaya si volveré!!!!



PD: El hotel nos lo recomendó una buena amiga y buena lectora de este blog. Es el segundo año que voy y debo decir que si el año pasado ya me gustó, este me pareció aún mejor. Un sitio muuuuy recomendable, eso sí, para ir con niños, ya que ellos allí disfrutan como nadie. Paisaje impresionante, playas con aguas cristalinas y además me consta que esta opinión es generalizada con una relación calidad-precio excelente y con un sevicio amabilísimo que, por desgracia, no abunda por estas tierras norteñas.

sábado, 6 de junio de 2009

Me voy...


Me vais a disculpar pero tengo que marchar unos días a atender unos asuntillos urgentes que no puedo dejar para más adelante. En la maleta ya me llevo lo justo y necesario para desarrollar mi labor: La toalla, el bañador, las chanclas, las gafas de sol, el libro de lectura relajante, el otro libro por si no me gusta el primero, el chándal por si me da por hacer deporte, el traje y corbata por si hay algún evento que lo requiera, el smoking por si, aprovechando la cercanía, recibo la llamada de la Familia Real para que les haga una visitina, el equipo de buceo por si decido sumergirme en las aguas cristalinas, el arpón por si en la inmersión veo algo interesante, las raquetas de tenis, de padel y pinpón, el balón de fútbol, el ...

Pero me acordaré de todos/as vosotros/as cuando esté allí y volveré cargado de inspiración y buenas palabras. El 14 de junio publicaré de nuevo.

Besos



miércoles, 3 de junio de 2009

Intolerancia


No sé el porqué, pero hoy me acordé repentinamente de una anécdota pasada que la podemos calificar de desagradable e intolerante pero que, por desgracia, demuestra que hay gente que no merece estar dónde está.

Hace unos seis o siete años estaba en mi lugar de trabajo que, como ya sabéis, es un local comercial a pie de calle. Ya había terminado la jornada y estaba limpiando para que todo estuviese listo y presentable de cara al día siguiente. De pronto veo pasar por delante una manifestación de trabajadores de una empresa de construcción naval que protestaban por la falta de trabajo. Los individuos en cuestión, a la vez que gritaban contra todo iban pegando carteles y pegatinas con sus reivindicaciones allá por donde pasaban y cuando llegaron a la altura del negocio, un hombre corpulento y con un pobladísimo bigote (característica fundamental en este tipo de individuos) me estampa una de esas pegatinas (que generalmente son de mala calidad y se quitan muy mal) en mitad de la fachada. Educadamente le dije a aquel hijodesumadre que, por favor, no pegase ahí la pegatina ya que acababa de fregar y no era plan.

¿Sabéis cuál fue su respuesta? ¿Sabéis que me dijo aquel buen hombre? ¿Sabéis lo que dijo con su característico talante?

"Pues, o pongo la pegatina o te pinto la fachada entera con spray"

Con esa respuesta cargada de sentido común, de comprensión y de humildad aquel defensor de su puesto de trabajo pero al que no le importaba lo más mínimo el resto de la humanidad demostrando un egoísmo muy típico de este tipo de personas consiguió colocar su pegatina.

Yo aún no doy crédito a la reacción de aquel hijodelagrandísimaputa (perdona, Píter) y ojalá leyese esto y se diese por aludido. No es posible que una persona, por defender su puesto de trabajo, pueda hacer lo que le dé la gana, pueda destrozar mobiliario urbano, pueda entrar en una oficina y destrozar los ordenadores, pueda hacer pasar miedo a cualquier ajeno a su guerra que vaya a autobús y estos energúmenos decidan parar ese autobús y prenderle fuego...

Y no lo puede hacer porque no es NADIE, porque en este país hay cuatro millones de parados que no hacen lo que les da la gana y que están en situaciones mucho más injustas que la suya y porque me imagino que si una persona que se quedase sin trabajo fuese a la casa de este personajucho y le hiciese una pintada en su puerta, al mindundi no le haría ninguna gracia, pero como todos somos mucho más educados que él, eso nunca le va a pasar.

No sé qué será de este gilipollas ni me importa, pero supongo que estará cobrando una prejubilación interesante y si recuerda aquello se sentirá orgulloso de haber sido tan asqueroso. Yo, desde luego, lo recuerdo como tal.


Y yo, ¿por qué estoy tan cabreado??

martes, 2 de junio de 2009

Adivina Advinanza



¿Qué restaurante gijonés de copete medio-alto, de toda la vida, ya clausurado y situado en la zona centro tenía en su extensa carta de tapas una variedad de pollo conocida como "Pollo a La Jillo"???. Claro que todo puede ser que sea una receta especial de una famosísima cocinera de principios de siglo conocida como "La Jillo" y que hace el pollo de una manera especial...




Y ¿Qué otro merendero gijonés de toda la vida, aún abierto, situado en la zona de Deva tenía entre sus especialidades típicas de estos establecimientos un Pollo al Ajillo que había que solicitar por encargo previo teniendo en cuenta lo difícil que es encontrar en el mercado los dos productos fundamentales para realizar este plato (pollo y ajo) y la dificultad técnica del mismo?.Si no lo encargabas con antelación, ya podías ponerte parriba o pabajo que salías de allí sin comer pollo.
Firmado: Andreita (chicken manager)

PD: Al que acierte las dos le invito a una ración con una caña





lunes, 1 de junio de 2009

Sporting


En este blog nunca hablé de fútbol, pero hoy me vais a permitir una pequeña incursión en el mundo balompédico para dar una serie de razones por las que me alegro de la permanencia del Sporting en Primera División:




  1. Porque soy de Gijón....de toda la vida.
  2. Porque aunque muchas veces mire para otro lado, sigo lo que hace el equipo, me alegro cuando gana y me contraria (poquito) cuando pierde.
  3. Porque ayer y, sobre todo, durante las últimas semanas nos hizo sufrir mucho, dejando la emoción hasta el final aunque de esa manera las victorias son mucho más intensas.
  4. Porque me gusta mucho ver a la ciudad implicada como la ví en estos días.
  5. Porque hubiese sido una pena conseguir el ascenso tras 10 años y no aguantar ni un año más.
  6. Porque aquella conversación que, sin querer, escuché la pasada semana de un hombre de unos 45 años suplicándo a su mujer que le dejase ir a Valladolid no tiene precio. En esa conversación quedaba bastante claro el punto de sumisión que algunos hombres alcanzan ante sus parejas.
  7. Pero lo mejor de todo fueron las horas que pude disfrutar con mis amigos utilizando como excusa el partido de ayer, sufriéndolo, viviéndolo y de todo ello...me quedo, sin duda, con la compañía que es lo que más pude disfrutar, por encima del fútbol, de la permanencia y del Sporting.
Gracias a la permanencia podré volver a revivir estas sensaciones.