Para que no vuelva a ocurrir, este año ya estoy listo. Sigo sin saber qué pasa si respondo "truco" o respondo "trato", pero ante la duda ya tengo preparada una caja bien grande de caramelos de Enrique Anaut
Para que no vuelva a ocurrir, este año ya estoy listo. Sigo sin saber qué pasa si respondo "truco" o respondo "trato", pero ante la duda ya tengo preparada una caja bien grande de caramelos de Enrique Anaut
Y es que de unos años "pa cá" han salido mil inventos que nos cambiaron la vida, empezando por el teléfono móvil y siguiendo por internet, el correo electrónico, youtube, google earth, google maps, TDT y lo que estará por venir.
El teléfono móvil es lo que más nos ha cambiado. Antes se respondía a las llamadas diciendo "Diga?" y ahora se dice "Dónde estás?". Antes quedabas con alguien a las 5 en el Parchís (popular plaza gijonesa) y existía una posibilidad de estar allí esperando 45 minutos por culpa de algo ineseperado. Ahora llamas y retrasas la cita.
Y te preguntas cómo se podía vivir antes sin móvil, cómo se trabajaba, cómo se avisaba a los amigos que no llegabas a tiempo.
Y así terminamos la tertulia, con cierto aire nostálgico (cada vez más común en nuestras conversaciones) y recordando lo que nosotros hacíamos hace 15 años sin móvil, sin internet y cuando las copas costaban 120 pesetas.
"Las batallitas del abuelo".
No se sabe muy bien cómo lo hacen ni qué técnicas avanzadísimas utilizarán. Tampoco se sabe cuántas personas trabajarán en tan prestigioso departamento, pero es una labor que, a veces, no goza del merecido reconocimiento.
Sufro (o disfruto) Masoquismo Televisivo. El MT es un pequeño trastorno que no se ha demostrado sea contagioso y que lo padecen un pequeñísimo porcentaje de los pobladores de la Tierra. Es algo que, a priori, es horrible, pero quienes lo padecemos, realmente lo disfrutamos.
Los que sufrimos MT nos gusta ver en la televisión aquellas emisoras locales o regionales que poca gente ve y cuya calidad, por motivos presupuestarios, no es la deseada. A nosotoros, los masoquistas televisivos nos es imposible dejar de mirar hacia ellas
Reconozco que cuando estoy solo en mi casa y estoy viendo la tele, los dedos de mi mano izquierda que es la encargada de seleccionar los canales en el mando a distancia sólo se detienen en los canales de ámbito local o regional, para desesperación de quien pueda estar a mi lado en ese momento. Jamás se detiene en un canal nacional y para qué hablar de los internacionales. Esos son inexistentes para los que padecemos MT.
Yo, que vivo en Gijón, tengo algo que el resto del mundo no puede disfrutar/padecer y no es otra cosa que TLG . TLG es el vino para el alcohólico, es la heroina para el drogadicto. Es el bingo para el ludópata. Es la perdición para nosotros los masoquistas televidentes.
TLG tiene muchos (muuuchos) años, pero es incapaz de avanzar (y que no lo haga por nuestro bien). Está lleno de fallos trágicos y cómicos. La imagen y el sonido van cada uno por su lado (eso cuando funcionan a la vez la imagen y el sonido). Los anuncios publicitarios son peores que la quinta parte de la Guerra de las Galaxias y algunos presentadores y programas son para no dejar jamás de verlos, no vaya a ser que te pierdas algo. De verdad, es algo que roza la extraterrestiblidad (pedazo de palabro que me acabo de inventar)
TLG no es la única. Hay muchas más, pero es el estandarte de las locales. La CNN de Gijón. El resto sólo la puede imitar, con poco éxito, por cierto.
Si no eres de Gijón y padeces MT, te lo recomiendo (puedes verla en internet). Recaerás en tu trastorno, pero disfrutarás.
Una última cosa: Que conste que el problema de TLG es su presupuesto, no sus trabajadores, que de ahí salieron profesionales que ahora mismo están en cadenas nacionales y es que ellos no tienen la culpa de trabajar para ese tipo de empresas. El perfil del trabajador de TLG es joven y con ganas, muchas ganas.