Estaba esta mañana caminando por la calle cuando llamó mi atención un cartel de una marquesina de autobús. En él estaba anunciada un película (cuyo nombre no recuerdo ni me interesa recordar) y cuya protagonista era Ariadna Gil en una foto en la que ella tenía cara de estar oliendo un huevo podrido.
A partir de ahí, mi mente empezó a recordar cosas y recordó que antes, Ariadna se apellidaba JIL (escrito con G) y que de pronto, la chica sólo respondía si se la llamaba YIL (tb. escrito con G y alargando la L final hasta destrozar el paladar).
Que suerte tenemos en España de tener estos actores que nos hacen este cine y que son tan simpaticones. Que agradecidos les tenemos que estar por ese arte que nos demuestran película tras película. Que contento estoy de que nuestro presidente del gobierno sea amiguísimo de Fran Perea (un dios de la interpretación donde los haya). Creo que hoy, tras ver el cartel estoy un poco más contento y no veo que llegue el día de los Goya para escucharles sus mensajillos reivindicativos.
El cine español tiene grandes títulos pero hay uno que destaca sobre los demás y que lo veo cada vez que voy al videoclub. La peli en cuestión se llama "Desde que amanece apetece". Me puedo imaginar la cara de descojone de la chica del videoclub cuando alguien la coge.
Daría la mitad de mi fortuna por ver, a través de un agujerín, a los productores de tan ilustre obra del séptimo arte presentándola a sus superiores y escuchando a sus actores decir que "cuando leí el guión me sentí identificado con el personaje que lo estuve trabajando durante 6 meses...".
Gracias cine español por regalarme estas perlas y me rindo a los pies de las actrices y actores además de rendirles pleitesía durante toda mi vida.
Oh, gracias por existir, mis dioses. Gracias por perdonarnos nuestras miserables vidas.
2 comentarios:
En estos últimos meses se ha demostrado que el dinero no cae del cielo, cuesta mucho recaudar y no es ilimitado.
Lo que muchos le pedimos a un gobierno es GESTIONE bien el dinero de los impuestos y que no lo malgaste.
Las subvenciones subjetivas a la cultura oficial, es una de las maneras más brillantes de malgastar el dinero. Hay más pero las dejaremos para otro día.
Gracias Señor Pesk por su comentario, acertado como siempre. Tenga usted en cuenta que gracias a esas subvenciones subjetivas disfrutamos de la interpretación cinematográfica, televisiva y musical de Fran Perea. No sé como agradecer tanta majestuosidad.
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