Ya os lo dije hace exactamente un año y este año lo repito: Si mañana me toca la lotería os invito a una buena juerga con todo tipo de vicios incluidos en ella.
Juego con la ventaja de no ser yo precisamente muy afortunado en el juego, salvo la cesta de navidad que me tocó hace unas semanas en la cafetería de al lado y aquella sandwichera polillera de la tómbola de Portonovo que aún conservo y que tantos buenos momentos me ha hecho pasar. Ella, el jamón, el queso y el Bimbo son inseparables.
Para mí, el sorteo de la lotería es como un pico de rápida ascension en el que en la parte alta hay una llanura prolongada y tras ella un precipicio de unos 70 metros de altura. El pico corresponde al soniquete de los niños cantando números, la llanura se alcanza en el momento en el que sale el gordo y compruebo que no es el mío (hasta ahora el cien por cien de las veces) y el precipicio ya es cuando compruebo los números en la lista oficial y observo que la recuperación de la inversión apoenas alcanza un 5& (hasta ahora el cien por cien de las veces).
Confiando en que mañana sea el Aneto y sólo exista la ascensión y el subidón final, os deseo a todos muy buena suerte y espero que podamos compartir una buena juerga en pocas fechas.
2 comentarios:
Si aún estoy esperando por la KAIPIRIÑA ..., bueno, ojalá se te acumule el trabajo.
A ver si esta noche te vemos en el telediario rodeado de botellas de cava y de gente hablando de esos famosos agujeros que tapar!!!
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