sábado, 21 de agosto de 2010

A qué no puedes comer sólo una...



Siempre os dije cosas que me gustaban y me refiero, principalmente, a gustos gastronómicos. Siempre os escandalizasteis de que no soportase la cebolla en una tortilla de patatas (sé que muchos intentasteis colármela y yo me la comí haciendo como si no notaba nada por pura educación, pero sabed que estáis cazados y con tarjeta amarilla), también os sorprende que mi comida favorita sea un buen plato de lomo adobado bien coloradito y acompañado de sus patatas bien fritas (aquel o aquella que desee conquistarme ya sabe lo que debe hacer. Por un buen plato de lomo con patatas soy capaz de matar) y nos sorprendemos mutuamente cuando alguien intenta desprestigiarme al difundir que no me gusta el queso…cuando realmente lo adoro y disfruto, sobremanera el Afuega’l Pitu roxu que es una de las cosas más ricas que entraron en mi boca. Siguendo en esa línea, hoy, como estoy de supersubidón (porque realmente lo estoy), os contaré otra de mis ocultas e incomprendidas pasiones: Patatitas de bolsa con sabor jamón de Matutano (dejaros de Crecs, Hacendado o Risi). Mmmm….

Las conozco y sigo desde hace años, cuando yo podía contar mis años con los dedos de las manos y todavía sobraba alguno. Venían en unas bolsitas de un color burdeos que me resultaba atractivo y su sabor inconfundible hacía que dejase la bolsa más limpia que la caja de Afinsa. Lo malo fue que desparecieron sin dejar rastro durante años, hasta que hace unos pocos volvieron para quedarse ya definitivamente entre nosotros.

La bolsa ya no es tan bonita, pero el sabor lo mantienen y eso es lo mejor. Sería capaz de comer mil o dosmil bolsas seguidas y jamás me cansaría de ellas (de hecho, no hace ni dos minutos que me acabo de comer una enterita y todavía me relamo).

Sólo hay un pequeñísimo detalle a tener en cuenta: No saben a jamón, pero ni de lejos. Son patatitas sabor jamón, pero a mí no me recurda para nada el sabor del jamón. Nunca me lo recordó, jamás probé un jamón que supiese ni parecido. Vamos que lo mismo podrían ser patatitas sabor jamón que patatitas sabor oricio.... Así todo, que nadie lo olvide, sigue siendo, para mi paladar, algo realmente delicioso.

Por si alguien no lo recuerda, el título de este post es uno de los eslogans más utilizados por una empresa, por Matutano y si lo analizamos es bueno, es muy bueno. A veces las cosas sencillas son las que más éxito tienen.

5 comentarios:

Ricardo Astrauskas dijo...

Aqui se llama Fritolay.

Lan dijo...

Ricardo, gracias por tus cometnarios, que eres de los pocos que se mantuvo al pie del cañón en este mes de agosto.

Gracias.

txotxete dijo...

Efectivamente la Frito-Lay se comio a la Española Matutano tiempo ha.... aqui no hay sabor jamon... hay sabor Cebolla (para desgracia del Sr. Lan), y aun peor, sabor Vinagre que es ya la ultima marranada

Lan dijo...

Ayy Txotxete, no sigas que cojo el primer avión y me plantó ahí. Mmmm, cebolla, mmmmmmm vinagre.....

Calla, calla que se me hace la boca agua!!!

Sarkozy (sí Sarkozy, habéis leído bien) dijo...

En la Francia las tenemos sabor "pollo al horno a las finas hierbas", le encantan a Carla, las tomamos con Pastís.