lunes, 4 de mayo de 2009

Viva el Espidifén

Tras la tempestad llega la calma....y todos sabéis a lo que me refiero. Esa calma sería difícil de conseguir sin la ayuda de nuestro gran amigo, el Señor Espidifén.
El Señor Espidifén es que como ese reverendo que sale en las películas y te llena de paz en cuestión de minutos. Es como esa botella de agua que aparece en medio del desierto, es como la luz que se ilumina en medio de la oscuridad. El Señor Espidifén es mi gurú.
No hace mucho tiempo, en una tertulia de sobremesa, un amigo preguntaba si ya le habían dado el Premio Nobel al creador de semejante avance. La verdad es que lo desconozco, pero lo que si se es que en el Facebook hay más de una página de apoyo al medicamento que define como "Patrón de las resacas indoloras".
Gracias, Señor Espidifén, por existir. Gracias.

1 comentario:

elebronaceencantabria dijo...

Si señor, Premio Nobel para el inventor del espidifén YA!!!

No es un medicamento, es un milagro...Todos a Roma (tengo una conocida que tiene mano) a pedir la beatificacion.

Ya lo estoy viendo: "San Espidifén del Monte"


Nota: Me refiero a Roma, sede del Vaticano, no me lien...