sábado, 11 de abril de 2009

Limpieza General

Creo que se remonta a la época neandertal cuando alguien se inventó el concepto "Limpieza General". Ya por entonces se reunían las tribus para ordenar sus cuevas, limpiar el polvo que se iba acumulando por las paredes frías y húmedas y sacar bolsas de basura llenas de trastos inservibles acumulados a lo largo de los años por los habitantes de Altamira a la vez que afloraban los malos humores.


Ese concepto llega intacto hasta nuestros días y es utilizado, de vez en cuando, para alegría y regocijo de unos y de otros. Se empiezan a mover muebles descubriendo rincones de la casa que no sabías ni que existían, comunidades de ácaros que utilizaron tu morada como lugar de acampada, pasas trapos por la parte superior de una estantería viendo como cambia de color de forma inmediata pareciendo que haces magia, pero lo mejor es cuando te dispones a tirar cosas inservibles pero que las guardabas...por si acaso.


Por si acaso lo necesitas algún día guardas facturas de cosas que no recuerdas como aquella picadora moulinex que sólo usaste un día para hacer pan rallado o la de aquella envasadora de alimentos al vacío que acabó envasándose a si misma para no sufrir el deterioro de los años.


Por si acaso también guardas toda la colección de películas de Woody Allen que hiciste semanalmente y que jamás llegaste a desprecintar, ocupando un sitio precioso en el salón de tu casa (llegado este punto debo confesar que no sólo no me gusta Woody Allen sino que lo detesto. Llamadme inculto, pero es así).


Por si acaso guardas los "anoraks" de cuando ibas a la nieve y eras el más moderno de toda la estación. Un anorak MORADO !!!! horroroso y brillante. Me imagino que me drogaron a la hora de ir a comprarlo a la tienda porque sino no le encuentro otra explicación, como también me imagino la fiesta que debieron tener aquel día los de la tienda al librarse de ese "muerto" textil.


Ahora que el producto estrella es un balón de baloncesto muy bonito que un buen día me compré para ir a "echar unas canastas" como si yo fuese el típico jovenzuelo de serie americana que juega al basket en el patio de su casa. El balón está sin estrenar, impoluto y que no extrañe a nadie ya que yo, en mi vida ni jugué a baloncesto, ni soy americano, ni jovenzuelo y en la única canasta que encestaba era en la cestilla (de tela verde) que en la Iglesia de San Pedro pasaba aquel señor espigado de pelo blanco cuyo nombre no recuerdo (el de la Zapatería Venus) en la misa de los domingos recogiendo donativos de los fieles.


Vamos, que están saliendo por aquí tesoros olvidados y que directamente se van a ir al contenedor de la basura con la promesa de no volver a guardar cosas inservibles. Promesa que, con toda seguridad, jamás se cumplirá.
PD: La foto que acompaña este post no tiene nada que ver con el tema. Es una foto que hice yo mismo ayer en un sitio que estuve y que me pareció impresionante de bonito. Estaba lloviendo, había muchísimo viento y la mar picadísima lo que le daba a todo un aspecto difícil de repetir. Si queréis ver la foto ampliada pinchad sobre ella.

1 comentario:

Noemi dijo...

yo tambien soy una inculta, yo detesto a woody allen (ni mayúsculas se merece el bicho)