martes, 24 de noviembre de 2009

Pavlov y los turrones


A modo de continuación de lo escrito hace unos días sobre el adelanto navideño os informo que es más que probable que este mismo año se produzca una reconciliación que hace un par de años parecía imposible: La mía con el turrón duro.

El turrón duro (al que yo siempre llamé de Alicante) siempre se quedaba en la bandeja de los postres tras las celebraciones navideñas y casi nadie le hacía caso. Yo, personalmente, ni lo miraba. Sufría el llamado "Síndrome de los Caramelos de Anís" llamado así porque estos siempre se quedaban al final de la bolsa rechazados por todos los niños del planeta.

Pero el año pasado tomé un pedacito...y me gustó. Recordé sabores que tenía olvidados en el fondo de mente bineuronal y que quizás habían desparecido por haber probado alguno de una marca mediocre que, seguro, no alcanzaba el nivel deseado por mi exquisito paladar. Y es que en esto de los turrones, lo barato sale caro. Garantizado.

Esta misma tarde, en una tiendecilla del barrio, comprobé que tenían una sección dedicada a postres y turrones de "La Ibense" (publicidad gratuita) y supe que la reconciliación iba a ser inmediata porque, al igual que el perro del experimento de Pavlov, empecé a salivar hasta niveles que no alcanzaba desde aquella vez en la que un antojo de chipirones a punto estuvo de hacerme perder la cabeza.

De momento no lo compré, pero lo haré. Vaya si lo haré!!!.

3 comentarios:

Amo a Laura dijo...

Pues no esperes más que en Verdú están deseando que vayas. Por cierto lo de llamar "turrón duro y blando" al turrón de Alicante y al de Jijona es de una ignorancia total.

¡A mí me encantaban los caramelos de anís, esos redondos pequeñitos! Me encantaría tomarlos de nuevo, también los de malvavisco que vendían en los alrededores del Molinón. Si alguien sabe donde los venden tan buenos, que lo diga!!

Lan dijo...

La verdad es que los caramelos de anís a los que yo me refería eran aquellos que venían en bolsas de caramelos surtidos y que eran los típicos que los niños repartían en su colegio los días de su cumpleaños (yo no, por nacer en Julio)y que venían envueltos en un papel azulón con letras blancas. Los que tui dices son los caramelos de "La gocha" que si que están buenos y seguro que aún venden en algún lugar.

Los que si venden son los de malvavisco en las afueras de El Molinón. Lo sé porque tengo un cliente que me los regala de vez en cuando.

OCLE dijo...

De Malvavisco está lleno el bolso de mi madre, y aseguro q no va a comprar al Molinón.
Preguntaré. Uhmmm los de La Gocha!!