martes, 23 de febrero de 2010

La Gaviota Calva



Estoy completamente seguro que el título de este post, igual que no va a decir absolutamente nada a muchos de vosotros, a otros tantos les va a producir una reacción salivar imposible de controlar. Trataré de explicar la causa a aquellos que no tuvieron la suerte de haber conocido tan peculiar establecimiento hostelero de nuestra ciudad.



La Gaviota Calva era una ventana en medio de la nada, así como suena. Sin más. En la parte menos frecuentada de La Cuesta del Cholo (la que sube hacia la derecha) e inmersa en un paredón se abría por las tardes un ventanuco en cuya parte superior y pintado a mano figuraba su nombre comercial junto a un dibujo de una gaviota, creo recordar, con boina. Lo que escondía ese ventanuco era una hamburguesería que hacía unas de las hamburguesas (pura lógica) más buenas que este cuerpo serrano ha probado en su ya dilatada vida. Era carne de carnicería (ya me entendéis lo que quiero decir) y pan PAN, nada de bimbollos con sésamo por encima. El lugar era atendido por un chico que tenía pinta de haber tenido un pasado difícil y era un lugar con unas vistas increibles al puerto pesquero (hoy deportivo). Además de servir las hamburguesas tenían como producto estrella los porrones de cerveza a un buen precio.


Como os dije antes, estaba en la zona derecha de la cuesta (no de derechas) que era la zona frecuentada por gente más "peculiar" (yonkis y borrachillos sin maldad, para que nos entendamos) y allí pude ver como se fraguaba una bonita historia de amor entre dos de estos personajes. Él, que estaba bastante cocido y tenía la típica voz destrozada como la tiene quien ha "bebido" mucha vida, empezo a cantarle a ella, que estaba tirada sobre la acera, la mítica canción de Rosendo Mercado "Agradecido". Empézó con la primera frase "Déjame que pose para tí...." y ella le siguío "Eres tú mi artista preferido". Siguieron así varias frases hasta que los dos se levantaron y emprendieron camino juntos hacia no se sabe dónde a desarrollar su amor.

Ahora ya no existe La Gaviota Calva ni están los borrachillos pero seguro que historias de amor como esas las hay detrás de cada canción. Que pena de hamburguesas...



1 comentario:

amo a laura dijo...

Si la cuesta'l Cholo hablara! Cuantas historias de amor ha visto nacer y crecer. Muy bonita la que viste con Rosendo de por medio, elegiste un buen momento para estar por allí.