Tal día como hoy, pero del año 2010, llegaba a este post haciendo una pequeña comparación del mismo con la llegada a París de los ciclistas participantes en el Tour de Francia. Hoy, un año después, debo confesar que no me siento así ni muchísimo menos. Hoy, 31 de marzo, llego a este post agotado y encima llego agotado de no hacer casi nada (no nos engañemos). Si siguiésemos con el simil ciclista, hoy sería como si yo fuese un ciclista aficionado que con una BH plegable se pone a subir el Angliru y lo consigue, pero gracias a que por el camino le van empujando y ayudando debido a que su estado es poco menos que lamentable.
Y por eso creo que hoy es el día en el que este blog debe cerrar durante una temporada para recuperar la frescura que un día tuvo. Está claro que el que lo escribe no se encuentra en su mejor momento de forma literario, que quizás esta mente bineuronal tiene demasiada carga como para pensar y demasiado cansancio como para conseguir que escribir un post sea un ejercicio de relax, como hace pocos meses lo era.
Respecto a este mes considero que no lo hice bien, que quizás debería haber roto mucho antes y que creo injusto haberos puesto la tarea de leerme cada día y que cada día os encontraseis con algo de bajísima calidad, porque así fue. Por eso, y durante el tiempo que sea necesario, trataré de conseguir que mi mente vuelva a ese estado de tranquilidad que tenía hace año y pico y aquí espero que nos encontremos de nuevo.
Y repito lo que nunca me cansaré de deciros. Gracias, gracias, gracias!!!!. Cualquier día estoy de nuevo por aquí...