lunes, 16 de marzo de 2009

Ilustre Ciudad




Como profesional del ramo que soy, el Departamento de Investigación sobre las Patatas con Chorizo de la Universidad Canadiense de Toronto (Choricing Potatoes Dept.) me ha invitado este pasado fin de semana a una cata especializada en la localidad de Guinicio, pedanía perteneciente a la localidad burgalesa de Miranda de Ebro y que este sábado, gracias al evento, casi ha duplicado su población.






Las patatas estaban bien buenas, diga lo que diga el cocinero, y el plan de lo mejor. Una buena sobremesa tras la exquisita degustación acompañada de un gintonic de Blackwood's ( o 2) para trasladarnos en la tarde noche hacia la cercana Miranda donde seguimos disfrutando de la compañía de buenas amistades y grandes anfitriones. El domingo, tras el merecido descanso, pudimos disfrutar de un paseo matinal agradabilísimo culminado con una opípara comida en un lugar llamado Asador Miranda (creo recordar) en el que la amabilidad de sus trabajadores destacaba por encima de todo y eso que la comida estaba bien rica.






La verdad es que el anfitrionazgo que nuestros amigos mirandeses ejercen es de diez y siempre lo ha sido. No les falta detalle cada vez que nos acercamos y nos hace salir de allí en la tarde del domingo con una sonrisa en la cara y siempre pensando en lo mismo: "Ojalá no pase mucho tiempo hasta que nos volvamos a ver".



Este tipo de escapadas deberían estar reguladas por decreto ley y deberían ser obligatorias, la menos, cada dos meses que lo que se disfruta con ellas es la mejor terapia antiestrés y antitodo que una persona puede tener. ¿O no?.

Muchísimas Gracias!!!!

Por cierto: En la Autovía A-8 en dirección a Cantabria desde Asturias y nada más pasar Unquera hay un monumento misterioso de cristal y en cuyo interior cuelgan varias fotografías de caras de personas. Siempre pensé, y me consta que no soy el único, que esas personas eran víctimas de accidentes de tráfico y cada vez que pasaba por delante el respeto hacia esas fotografías me llevaba incluso a persignarme pensando en la desgracia de esas familias. Hoy descubro que ni son víctimas de tráfico ni detrás de esas caras hay historias tristes de ningún tipo sino modelos anónimos que posaron para ese proyecto denominado "Encrucijada" del cantabro Daniel Gutiérrez Adán. Y es que estas cosas son las que nos pasan a los que no entendemos el arte...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a tu "por cierto" me has sacado de una duda que yo también tenía siempre que pasaba por ese ¿monumento? (o como se dice ahora "instalación"), a mí me agobiaba bastante, siempre que lo veía me recordaba a la película "La Cabina". Eso sí, es feo de narices como casi todas las esculturas que hay en las autopistas.
Pd.- Me llama mucho la atención la originalidad del nombre del sitio donde fuisteis a comer el domingo, ¿tú sabes el porqué de ese nombre?

Anónimo dijo...

Debieron ser unas jornadas lúdico-gastronómicas perfectas, a decir por la buena cara que tenían mis cuatro amigos mirandeses. Según me contaron, se lo pasaron fenomenal y agradecieron de corazón vuestra visita. Espero que la próxima vez que os reunáis, me aviséis para unirme al grupo. ¿Sería posible?

Lan dijo...

Decir perfecto es poco para lo que realmente vivimos allí.

La próxima vez avisaremos...