viernes, 20 de marzo de 2009

Pajarito


Cuando yo nací, hace de esto ya equis años más o menos, en mi casa ya vivían mis padres, mis 3 hermanos y un pajarín que se llamaba Crispy (que en paz descanse). Crispy era un canario amarillo al que jamás oí cantar hasta que le quedaban muy pocos días de vida. Era simpático y vivía en una jaula plateada que estaba situada en la mitad del pasillo de aquella casa y que cada cierto tiempo había que limpiar en la bañera.




El pájaro en cuestión era uno más de la familia pero siempre en su jaula. No lo sentábamos a cenar con nosotros en Nochebuena, no tenía derecho a perrillos de mazapán, no venía al colegio y tampoco estaba obligado a hacer tareas domésticas como, por ejemplo, pasar el aspirador. Por todo eso, Crispy, debía sentirse un pájaro desgraciado...o al menos eso pienso desde ayer.



Y es que ayer estaba yo esperando mi turno en una agencia de viajes para negociar las futuras vacaciones de verano y como soy más cotilla que otro poco, conecté la parabólica y pude comprobar como la mujer cliente que estaba siendo atendida va y le pregunta a la señorita agente de viajes la normativa aérea para poder llevar al pájaro de vacaciones!!!.


En ese momento estábamos 3 personas dentro de la agencia y a 2 (adivinen quién) se nos quedó una cara de pasmarotes por no dar crédito a lo que estábamos escuchando. La profesionalidad de la señorita agente le hizo responder a la curiosidad de la mujer amante de los animales con toda seriedad pero, me consta, que la sorpresa que se llevó la recordará durante mucho tiempo.

Jamás pensé yo en llevar al bueno de Crispy de vacaciones y jamás pensé que nadie se llevaría al pájaro de vacaciones aunque sé yo de alguna cacatúa que vivía por la zona del parque que decidió, por su cuenta, tomarse unos días libres.

Tampoco me puedo imaginar a una familia paseando por la Quinta Avenida o subiendo a la Torre inclinada de Pisa con una jaula debajo del brazo....

1 comentario:

Mr Pesk dijo...

Querido Lan, tenías razón he mutado de Ceutí a Roteño sin haberme meneado del sitio... cosas de la técnica, I guess.

Me he leído unas cuantas píldoras tuyas de golpe y me he quedado con regusto a patatas a la riojana de mi querido Haro (perdón por separarme unos kilómetros de Miranda), con recuerdos de Tex y copas, tiendinas de hace años...

Por cierto, pobre Crispy que no pudo ver mundo como la cacatúa de la zona del parque.