El pasado viernes llegó hasta mis ojos una noticia a la que no podía dar crédito. Bueno a la noticia si se lo podía dar porque al fin y al cabo hoy es noticia cualquier cosa, pero a lo que no puedo darlo (el crédito) es al hecho de que la prensa local le dedique una página completa con reportaje fotográfico incluido. La resumo para después comentar unas cosillas.
"El coreógrafo y conocido creador Torneo Vergés culminó ayer en Laboral Ciudad de la Cultura un taller-perfomance, en el que junto a su colaborador Álvaro Morell y un buen grupo de aspirantes a creadores apuntados a la causa, dieron forma a "French chicken", una obra "para doce personas y doce pollos" que, como toda la de Vergés, está empapada de "surrealismo, humor negro, incorreción social, anarquía voluntaria y frescura".
La foto que acompaña al texto consiste en unos señores en calzoncillos de esos de toda la vida y que tienen una abertura lateral para hacer pis, bailando con un pollo colgando de su mano derecha (no tiene desperdicio).
Dicho esto lo primero que tengo que decir es que soy un ignorante del arte moderno, algo que ya imaginaba y que ahora confirmo definitivamente. No entiendo que a este tipo de "performance" le llamen arte, que es la misma palabra que se utiliza para describir una cuadro de Goya o una obra de Mozart y menos aún entiendo como puede haber doce personas en una ciudad como Gijón que no es que sea muy populosa que, voluntariamente, estén dispuestas a bailar en calzoncillos, bastante feos por cierto, con un pollo en la mano delante de otra gente que entenderán lo mismo o menos que yo pero que jamás lo reconocerían delante de sus compañeros del patio de butacas, esos que aplauden no se sabe muy bien a qué.
¿Quién no se acuerda, leyendo este tipo de cosas, de "el niño melón"?
"El coreógrafo y conocido creador Torneo Vergés culminó ayer en Laboral Ciudad de la Cultura un taller-perfomance, en el que junto a su colaborador Álvaro Morell y un buen grupo de aspirantes a creadores apuntados a la causa, dieron forma a "French chicken", una obra "para doce personas y doce pollos" que, como toda la de Vergés, está empapada de "surrealismo, humor negro, incorreción social, anarquía voluntaria y frescura".
La foto que acompaña al texto consiste en unos señores en calzoncillos de esos de toda la vida y que tienen una abertura lateral para hacer pis, bailando con un pollo colgando de su mano derecha (no tiene desperdicio).
Dicho esto lo primero que tengo que decir es que soy un ignorante del arte moderno, algo que ya imaginaba y que ahora confirmo definitivamente. No entiendo que a este tipo de "performance" le llamen arte, que es la misma palabra que se utiliza para describir una cuadro de Goya o una obra de Mozart y menos aún entiendo como puede haber doce personas en una ciudad como Gijón que no es que sea muy populosa que, voluntariamente, estén dispuestas a bailar en calzoncillos, bastante feos por cierto, con un pollo en la mano delante de otra gente que entenderán lo mismo o menos que yo pero que jamás lo reconocerían delante de sus compañeros del patio de butacas, esos que aplauden no se sabe muy bien a qué.
¿Quién no se acuerda, leyendo este tipo de cosas, de "el niño melón"?
Y otra cosa. ¿Qué significa "anarquía voluntaria"?
3 comentarios:
Genial el niño melón!! En mi casa hay uno!
que buenisima es esa peli. lastima que apenas ya me relaciono con el cine español.
Puede q no sean pollos, si no PITOS.
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