Cada vez me gusta más el vino y su mundo. No entiendo nada o casi nada, pero me parece pura cultura y como tal no debemos dejar que pase ni más. No hace ni diez años que no podía ni acercarlo a la nariz y ahora no sólo lo acerco sino que incluso lo saboreo, aunque sólo tinto, eso si.
Para aquellos que, como yo, les guste esta bebida, les pueda interesar este mundo pero que no tengan mucha idea (ese es mi caso) tengo que recomendar Lavinia, una de las mejores tiendas dedicadas al tema que tenemos en nuestro país. La que yo conozco está en la calle Ortega y Gasset (Lista) de Madrid, en el tramo que está entre Velázquez y Serrano. Es una delicia entrar en ella e incluso saborear sus platos en el pequeño restaurante que tienen en la primera planta.
Una de las veces que allí estuve me compré para cenar unas botellas de La Planta que es un vino de Amaya Arzuaga que ya conocía, tirando a barato y que no sabe nada mal para mi paladar. La cosa era que me preocupaba llegar a pagar y el chico me mirase con cara de "Este chaval como se nota que no tiene ni idea". Esa cara que suelen utilizar aquellos que realmente entienden de las cosas pero que encima se lo creen y que afortunadamente no son todos los que entienden de algo. ¿Os dais cuenta de esa cara?. Seguro que si.
Mi sorpresa llegó cuando directamente me preguntó qué tal estaba ese vino porque él aún no lo había podido probar. Desde mi humildad le dije que a mi me gustaba pero entendía que quizás para él, acostumbrado a grandes caldos, fuese algo de poca calidad y el me respondió algo que me gustó mucho y a lo que le doy toda la razón del mundo:
- "No hay vinos buenos ni malos, hay vinos que te pueden gustar o no y si el vino te gusta es que para tí es bueno".
Así que de allí me fui más contento que unas castañuelas con mis botellas de La Planta debajo del brazo y dándole la razón a aquel chico que me acababa de dar una buena y cierta frase. Y es que en realidad nosotros difrutamos de lo que nos gusta y lo que nos gusta puede ser de mejor o peor calidad pero no debemos dejarnos influir por aquellos que dicen entender, que seguramente entiendan, pero que presumen de ello y en este momento se perfectamente a lo que me refiero.
Para terminar y desde mi ignorancia os voy a recomendar otro vino que a mi me apasiona para que lo probéis si os surge la oportunidad. Se trata de El Vínculo de las Bodegas de Alejandro Fernández. Ya me diréis si para vosotros es bueno o es malo.
Para aquellos que, como yo, les guste esta bebida, les pueda interesar este mundo pero que no tengan mucha idea (ese es mi caso) tengo que recomendar Lavinia, una de las mejores tiendas dedicadas al tema que tenemos en nuestro país. La que yo conozco está en la calle Ortega y Gasset (Lista) de Madrid, en el tramo que está entre Velázquez y Serrano. Es una delicia entrar en ella e incluso saborear sus platos en el pequeño restaurante que tienen en la primera planta.
Una de las veces que allí estuve me compré para cenar unas botellas de La Planta que es un vino de Amaya Arzuaga que ya conocía, tirando a barato y que no sabe nada mal para mi paladar. La cosa era que me preocupaba llegar a pagar y el chico me mirase con cara de "Este chaval como se nota que no tiene ni idea". Esa cara que suelen utilizar aquellos que realmente entienden de las cosas pero que encima se lo creen y que afortunadamente no son todos los que entienden de algo. ¿Os dais cuenta de esa cara?. Seguro que si.
Mi sorpresa llegó cuando directamente me preguntó qué tal estaba ese vino porque él aún no lo había podido probar. Desde mi humildad le dije que a mi me gustaba pero entendía que quizás para él, acostumbrado a grandes caldos, fuese algo de poca calidad y el me respondió algo que me gustó mucho y a lo que le doy toda la razón del mundo:
- "No hay vinos buenos ni malos, hay vinos que te pueden gustar o no y si el vino te gusta es que para tí es bueno".
Así que de allí me fui más contento que unas castañuelas con mis botellas de La Planta debajo del brazo y dándole la razón a aquel chico que me acababa de dar una buena y cierta frase. Y es que en realidad nosotros difrutamos de lo que nos gusta y lo que nos gusta puede ser de mejor o peor calidad pero no debemos dejarnos influir por aquellos que dicen entender, que seguramente entiendan, pero que presumen de ello y en este momento se perfectamente a lo que me refiero.
Para terminar y desde mi ignorancia os voy a recomendar otro vino que a mi me apasiona para que lo probéis si os surge la oportunidad. Se trata de El Vínculo de las Bodegas de Alejandro Fernández. Ya me diréis si para vosotros es bueno o es malo.
4 comentarios:
Yo os recomiendo la Bodega Santa Cecilia, también en Madrid. Lavinia tiene un jefe de prensa muy bien relacionado, están siempre en todas partes. Aquí tienen sus mismos vinos y además muchos otros. También mejor precio, al no estar en la milla de oro de la ciudad no pagan un alquiler de locos. Probad en: www.santacecilia.es
Muchas gracias por la recomendación. Yo sólo conozco Lavinia y por eso la recomiendo pero seguro que la próxima vez que vaya a Madrid iré a conocer Santa Cecilia.
Gracias!!!
Lamento daros esta mala noticia pero si hay vinos malos y también los ha buenos. Si uno tiene la suerte que le gusten los malos, pues eso que suerte.
Mr. Pesk tiene razón, es cuestión de suerte o "pequeña mala suerte", la mía, en este caso.
Publicar un comentario