Gracias, gracias y más gracias. Gracias por haber decidido que tomar una caña conmigo es mucho más divertido y enriquecedor que con el inspector de la SGAE o con Leif Garret e incluso que con vuestra propia pareja.
Hay posturas que entiendo mejor que otras. Entiendo que no os haga gracia tomarla con el inspector porque generalmente los inspectores son seres grises y carentes de sentimientos (en estos momentos uno de la SGAE y otro de Hacienda están intentando localizarme para ver si es posible emplumarme de alguna manera por dedicarles estas palabrillas sin mala intención). Suelen llevar trajes color perla y camisas abundantes por el cuello y de manga corta a través de las cuales transparentan sus camisetas interiores de tirante y algodón, todo ello combinado con corbatas en tonos amarillentos que delatan su oficio. Si algún día se os presenta alguien así ya sabéis a lo que va…Avisados estáis. El inspector consiguió el 0% de los votos.
Otro que tampoco se puede decir que haya triunfado es la pareja de cada cual, a pesar de la promesa de “dejarse” (cada uno sabrá a lo que se refiere). En la vida de cada uno no me quiero meter pero la realidad es que sólo un 7 % iría con ella (o con él).
Si me extraña lo de Leif Garret, ese ídolo de adolescentes de larga melena rubia que todas las madres querían como marido de sus hijas. Es de finales de los 70’s y recuerdo perfectamente la portada de su single de vinilo que andaba por mi casa mezclado con otras joyas de la época. Leif, como muchos de estos ídolos, no acabaron bien. Tuvo líos de drogas, accidentes y por algo que no recuerdo se pasó una buena temporada entre rejas. Su melena la perdió entre tanto ajetreo y ahora tiene menos pelo que el menda lerenda. En una de sus detenciones, el sheriff del condado le dijo “Se te va a caer el pelo”, oye y lo tomó al pie de la letra el muy tontorrón. De todas formas obtuvo un interesante 21 % de los votos.
Pero para interesante de verdad ese 71 % de habitantes de La Tierra que desearían, soñarían, matarían por tomarse una caña conmigo. Una caña con su espumita, fresquita, sus burbujillas golpeando el fondo del vaso y esa tonalidad dorada que la hace única e irrepetible (más en mi compañía, claro). Ojala ese deseo se cumpla ya que para mí si sería un sueño poder tomarme una con todos vosotros….o incluso 2. Gracias.
Por si alguien se arrepiente….
Hay posturas que entiendo mejor que otras. Entiendo que no os haga gracia tomarla con el inspector porque generalmente los inspectores son seres grises y carentes de sentimientos (en estos momentos uno de la SGAE y otro de Hacienda están intentando localizarme para ver si es posible emplumarme de alguna manera por dedicarles estas palabrillas sin mala intención). Suelen llevar trajes color perla y camisas abundantes por el cuello y de manga corta a través de las cuales transparentan sus camisetas interiores de tirante y algodón, todo ello combinado con corbatas en tonos amarillentos que delatan su oficio. Si algún día se os presenta alguien así ya sabéis a lo que va…Avisados estáis. El inspector consiguió el 0% de los votos.
Otro que tampoco se puede decir que haya triunfado es la pareja de cada cual, a pesar de la promesa de “dejarse” (cada uno sabrá a lo que se refiere). En la vida de cada uno no me quiero meter pero la realidad es que sólo un 7 % iría con ella (o con él).
Si me extraña lo de Leif Garret, ese ídolo de adolescentes de larga melena rubia que todas las madres querían como marido de sus hijas. Es de finales de los 70’s y recuerdo perfectamente la portada de su single de vinilo que andaba por mi casa mezclado con otras joyas de la época. Leif, como muchos de estos ídolos, no acabaron bien. Tuvo líos de drogas, accidentes y por algo que no recuerdo se pasó una buena temporada entre rejas. Su melena la perdió entre tanto ajetreo y ahora tiene menos pelo que el menda lerenda. En una de sus detenciones, el sheriff del condado le dijo “Se te va a caer el pelo”, oye y lo tomó al pie de la letra el muy tontorrón. De todas formas obtuvo un interesante 21 % de los votos.
Pero para interesante de verdad ese 71 % de habitantes de La Tierra que desearían, soñarían, matarían por tomarse una caña conmigo. Una caña con su espumita, fresquita, sus burbujillas golpeando el fondo del vaso y esa tonalidad dorada que la hace única e irrepetible (más en mi compañía, claro). Ojala ese deseo se cumpla ya que para mí si sería un sueño poder tomarme una con todos vosotros….o incluso 2. Gracias.
Por si alguien se arrepiente….
1 comentario:
Propongo hacerle una encerrona al inspector de la SGAE. Le engañamos, que crea que queda con LAN y le damos una paliza para vengarnos por todo el mal que hacen a la población española. Y que venga con Teddy Bautista.
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