Ayer fué San Valentín. Día romanticón por excelencia. Día de "te quiero mogollón" o como dirían mis sobrinos "molas pila". Día de regalos, de cenas, de sonrisas, de...
Yo, respecto a este día, siempre tuve una postura que reconozco cómoda y es que, echando la culpa a la idea de ser este un invento comercial, yo decía (y digo) que San Valentín es todos los días del año y todos los días del año quieres a la persona de la que estás enamorad@, por lo que no hay que hacer nada especial por ser 14 de febrero (suena el teléfono y es Isidoro, presidente de El Corte Inglés para decirme que mejor estoy calladito) y el amor se debe demostrar día tras día.
Ahora bien, reconozco que me encanta que la gente haga planes especiales de SV, regalos de SV, ver a las parejinas que salen a cenar a un sitio romanticón y a disfrutar de si mismas y de un postre compartido, corazones por los escaparates, color rojo por todos lados, amor en cada esquina!!!. También entiendo que SV es la excusa perfecta para aparcar por una noche a la prole y disfrutar de tu pareja que muchas veces queda relegada a un segundo plano sin darte cuenta.
Vamos, que confieso que no pasa del año que viene sin celebrar San Valentín con todo tipo de regalos, decoraciones, cursilerías (dicho desde mi sana envidia) y cenas romanticonas y que felicito a todos los que lo habéis hecho este año. El año que viene me apunto yo.
FELICIDADES !!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario