No os podéis ni imaginar la rabia que me da tener que acudir a una tienda de informática para lo que sea. Vaya a lo que vaya siempre salgo de allí sintiéndome más ignorante aún de lo que soy y recapacitando mi lugar en este mundo moderno que no sé si merezco vivirlo.
En esas tiendas de escaparates llenos de cajas, porque no se si os fijasteis, pero los escaparates de las tiendas de informática lo forman unas cuantas cajas apiladas de mala manera, te atienden dioses venidos directamente del Olimpo informático con un extraño sentido del humor y que te miran raro cuando no hablas su mismo idioma. Y es que su idioma hace ya mucho tiempo que dejé de entenderlo. Que si una placa JPCX de alta definición y de 87 gigas con PDH Jarrl. Que si un conector USB con puerto paralelo de wifi y la madrequeloparió de última generación. Que si 5,7 megapixels de 3 bundios y el xilguerínparleru.
La cosa es que cada vez que voy (que, sinceramente, procuro que sean sólo las que son obligatorias) acabo saliendo de allí con la cabeza como un "biombo" (como alguien que no recuerdo dijo una vez), con un tiempo precioso perdido y dándome cuenta que no estoy nada preparado para la vida moderna.
Os dejo un vídeo de una situación muy similar, pero llevada al gremio ferretero. Es de un gran programa de televisión que, por desgracia, duró poco tiempo: SPLUNGE.
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