lunes, 19 de enero de 2009

Hacer la compra


Hoy cometí uno de los errores más frecuentes que suelo cometer, que repito y repito y que, me temo, cometeré alguna vez más en el resto de mi vida: Ir a hacer la compra con el estómago vacío.

Cuando hago eso es como si un ente se apoderase de mi, anulase mi fuerza de voluntad y empezase a llenar el carro de las cosas más insospechadas e inutilizando la lista que, con tanto esmero, había hecho sobre un post-it amarillo para ayudar a mi mente mononeuronal. Son cosas que descubro al llegar a casa y vacíar las bolsas. Cosas que jamás me fijaría en ellas de no ser por mi rugiente barriga que me avisa del hambre atroz que se apodera de mi cuerpo.

Hoy, por ejemplo, al llegar a casa descubrí una bandejilla de pulpo troceado, descubrí un lomo de sajonia que no tengo ni idea cómo se prepara si es que se prepara de algún modo. Descubrí un surtido de ahumados que ahora, después de comerme un bocata de jamón cortado muy finín, no me apetece nada. Descubrí unos yogures desnatados con trocitos de avellanas que tampoco me apetecen gran cosa y menos mal que el ente me permitió no coger una de esas tortillas de patata que ya vienen hechas y que saben a platisquete (si, las probé. Lo confieso). También llegué con 3 barras de pan de las que 2 y media se fueron directas al congelador y unas galletas de chocolate para desayunar, yo que casi nunca desayuno en casa.

Otra cosa que me pasa cuando hago la compra es el "embobe" que sufro al llegar a los yogures. Me quedo como un pasmarote observando cuál me apetece probar más. Si vais a hacer la compra y veis a un tipo quieto, delante de los lácteos, con la boca abierta y sin moverse durante un tiempo superior a 10 minutos es bastante probable que sea yo. Si esa persona, además, es la persona más atractiva que hayáis visto en vuestra vida, entonces ya no hay ninguna duda: soy yo.

2 comentarios:

Dante dijo...

Hola Lan,
Jajajajajajaja. Muy bueno lo de quedarse pasmarote delante de los yogures. A más de uno he visto yo así!! Dame alguna pista más para poder reconocerte. Jeje.
El lomo de sajonia se prepara como el adobado o sea un pelín de aceite y a la sarten. Por cierto a mi me suele pasar lo mismo cuando voy al super, solo que yo hago incapié en las galletas dulces y magdalenas varias para los niños ya que tengo una en casa y con la escusa de la niña cuando llego a casa me encuentro con mil y una guarreria que mi niña nunca come, pero yo sigo erre que erre.
Un saludo y hasta la próxima.

Señor Insustancial dijo...

Hola Lan,

Gracias por pasarte por mi blog y rascarme el ego. Chuletas de Sajonia...prueba del siguiente modo: pásalas vuelta y vuelta y reservalas a un lado. En la misma sartén pon un poco más de aceite y échale como media cebolla o una si es pequeña y la rehogas así hasta que quede como transparente. Cuando esté en ese estado échale media cucharada de azucar para que se caramelice del todo. Ponle las chuletas encima y añade como medio vaso de vino blanco para cocinar y unas cuantas bolas de pimienta. Deja que se haga bien (o sea que el vino se evapore casi del todo y la mezcla cebolla-aceite y azucar se ponga del todo marrón) y ya te lo puedes comer.

Un abrazo.