sábado, 31 de enero de 2009

La mesa de los niños


Dentro de nada tengo una boda muy especial para mí y en la que, seguro seguro, me lo voy a pasar muy muy bien. Hoy estuve con los anfitriones y tuve la oportunidad de conocer in situ el lugar donde se celebrará la misma: Para mí, y lo digo sin faltar a la verdad, el mejor sitio que conocí para la celebración una boda. Enhorabuena por la elección...y gracias por invitarme.


La cosa es que viendo y conociendo los detalles organizativos de la misma me acordé de algo que alguna vez tuve que sufrir en las bodas a las que iba cuando era pequeño. En primer lugar sufría por la ropa que me ponían con una corbata que me hacía parecerme al mismísimo Draculín pero lo gordo venía cuando tocaba sentarse a comer o cenar y te sentaban en la terrible "mesa de los niños". Aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!.


La "mesa de los niños" generalmente es una mesa situada en el extremo más alejado del salón, allá donde nadie te ve y menos te oyen. Es la zona donde necesitas prismáticos para ver la mesa presidencial y donde tus padres te dicen aquello de "Hala cariño siéntate ahí con tu primo Joselín que es muy bueno" mientras piensas pero no dices: "pero a mi qué me importa el primo Joselín si no lo conozco, me cae como una patada ahí y encima es 3 años más pequeño que yo!!!". La comida suele consistir en filete empanado con patatas fritas y las conversaciones que en ella se producen no suelen destacar por su gran número de palabras ni por su interés. Luego llega la hora del baile y, mientras los mayores se ponen morados en el sentido más literal de la palabra, te toca mover el esqueleto con el mismísimo primo Joselín del que reniegas y apenas conoces.


Por cierto , en esta boda de la que hablo NO habrá "mesa de niños".Gracias y enhorabuena, que seguro que será un diez!!!.

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