Me gusta la música y escuchar música.
Siempre dije que cada música tiene su momento y no se puede deshechar nunca ningún tipo de música, sea del estilo que sea, del artista que sea o como sea. Cualquier canción o cualquier composición, en algún momento de nuestra vida, tendra cabida (que pareado mas cutre me ha quedado, no?).
Pero dentro de mi afición a escuchar música tengo un gran problema y es que escucho la música, pero no la letra. Me quedo con la melodía, pero no con el mensaje y eso me ha dado algún que otro disgusto que os explico.
Hace años escuché una canción de Ismael Serrano que me gustó mucho (la melodía). Me parecía romántica, bonita y como tal, tenía necesidad de compartirla con mi Perséfone. Estaba esperando el momento que ella llegase a mi coche para compartir con ella tan preciosa composición y así ocurrió. Llegó ella, tan bonita y sonriente como siempre y al entrar en nuestro humilde Citroen AX sin dejarle hablar, en el radiocasette, le "pinché" a Ismael Serrano (que no deja de ser la depresión hecha persona). Su cara, encendida por momentos, me indicaba que algo no iba bien, que aquel no iba a ser un MPLC a la vez que me sentía pequeño, muy pequeñito, muy muy pequeñitito.
La melodía, efectivamente, era preciosa, pero el mensaje era depresivo total y hablaba de un novio que quería abandonar a su novia y romper su relación, vamos, justo lo que ella esperaba oir. Yo no la había analizado y, efectivamente, era como para haberme mandado a hacer la mili a Almería, convirtiéndose ese en un momento conocido como "QUIÉN ME MANDARÍA A MI". De hecho, al escucharla de nuevo, no pude evitar unos lagrimones de la pena que me daba la pobre chica de la canción que abandonaba su novio. Ayyy, que penina daba.
Los momentos "QMMAM" son momentos que, cuando los sufres, son terriibles pero luego, cuando los ves desde la distancia temporal, los recuerdas con una sonora carcajada mental fruto del ridículo vivido en ese momento.
Por eso, invito a cualquiera de los 56 millones de hispanohablantes que leen este blog que compartan algún momento QMMAM, que nos vendrá bien echar unas risotadas.
Un abrazo a todos
PD: Sale en la tele Cabecín Cuerpón Contreras y debo decir que ha cambiado. Ahora es Cabezón Cuerpón Contreras.
3 comentarios:
MG...
Y el sr contreras está ahora mismo llorando sin lágrimas...
Que payaso!!
MG...
Sabes dónde te surgen muchos QMMAM... en el trabajo, pero cuando eres trabajador por cuenta ajena. No puedes imaginar la cantidad de trepas que hay y que tienen la habilidad de hacerse con tus ideas. Menos mal que a base de palos uno aprende....
Por cierto que yo hace mucho tiempo descubrí que no escuchaba las letras que acompañan a la música de las canciones. Quizás el día que descubrí aquello me di cuenta que la música no era lo mismo. A día de hoy, y desde mi joven madurez, cuántos músicos y canciones despreciaría si me pusiese a analizar o a escuchar las letras de estas canciones...
No te digo mas... tiempo atrás escuchaba KORTATU, e incluso cantaba en Euskera... Que querría decir las letras de aquella cancinon... astenadrogasintadaataskoapiketerroristabadrogadrogamaketaentusta...
La edad, los años, las experiencias, los desengaños, la vida... así vamos descubriendo y nos vamos posicionando.
Querido MG:
Me lo pones a huevo para comentarte una cosa que leí el otro día y que te traslado al respecto de Kortatu y su canción Sarri, Sarri que tanto bailamos y pogueamos en nuestra juventud.
La letra fue escrita en 1985 a raíz de la fuga de la prisión de Martutene (Guipúzcoa), el 7 de julio de ese año, de dos presos condenados por su pertenencia a ETA, escondidos en sendos altavoces tras un concierto del cantante Imanol Larzabal. Se trataba de Iñaki Pikabea, Piti, y de Joseba Sarrionandia, Sarri, cuyo apodo da título a la canción (esto lo copié de la wikipedia).
Hay que joderse y nadie fué capaz de decirnos lo que bailábamos.´
Y como esa canción habrá mil que habremos bailado, grabado, comprado...
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