martes, 11 de noviembre de 2008

Tiendinas de hace años


Este post surge a raiz del cierre de Salat, una de la típicas tiendas de Gijón de toda la vida y si no la última, de las pocas que ya quedan de ese peculiar estilo.

Vaya por delante que a pesar de haber vivido relativamente cerca y haber pasado por su puerta 257.314 veces, nunca entré, o al menos, nunca entré siendo consciente.

Pero si me surgen los recuerdos de esas tiendinas de siempre que daba gusto comprar en ellas y que las atendia un venerable señor vestido con una bata azul o una entrañable señora enmandilada con flores. Recuerdo la Frutería Juanita, camino de la playa (un poco más allá de Salat), donde siempre compraba unos melocotoninos y paraguayos muy ricos pa pasar la fame de las olas. Recuerdo la Peluquería Fuertes (Strong's) en la calle Instituto, donde me daban un chicle de cheiw de 2 pesetas cada vez que cortaba mi tupida cabellera. Eso si, cada vez que iba subían el precio cinco duros, con lo que, de seguir yendo y estar abierta, calculo yo que el corte andaría ahora por los 3 millones de €uros. No me olvido tampoco de "Los Calmosos", que así los llamábamos en mi casa porque si pedías una docena de huevos, cuando te la traían ya eran gallinas bien creciditas (ahora espero que no esté leyendo esto ningún familiar de Los Calmosos, porque ya era lo que me faltaba). Estaban en la calle Felipe Menéndez, al lado del Garby, cafetería que resistía milagrosamente el paso de los años aunque sólo tenía 3 clientes a lo largo de la semana. Eso si, tenía máquina de petacos de 3 partidas a 5 duros.
Mítica también era "La Argentina" con varias sedes (la más conocida donde está ahora Coalla Gourmet, en Munuza). Tampoco hace demasiado tiempo que cerró, tenía mucha calidad y vendían cocacolas de medio litro en envase de cristal, igual que una tienda que había en la Calle Instituto, llegando al Parchís y cuyo nombre no recuerdo. Aquella tienda era otro clásico, como Oscarín en la calle Menéndez Valdés, que lo mismo te vendía una jaula para grillos que cuerda para una cortina o la Juguetería Navarro, en la calle Corrida, donde todas las navidades ponían un buzón real y un piso entero de juguetes.

Y menudos bocadillos de mortadela que me zampaba yo en Comestibles Meana, en La Acerona, al salir del cole y antes de coger la bicicleta para dar vueltas al Kiosco Alfredo.

Pero no todo era bueno, porque estaba el SPAR de la calle Instituto con un ratonín en el escaparate campando a sus anchas o el Kiosco de la Calle San Antonio que creo que se llamaba "Fantasía. Precios Mini" con algún ser vivo en su interior o el de la calle de los Moros que mexiaba en los botes de cristal de las aceitunas (no es coña, lo juro).
En lo que se refiere a bares, siempre me acordaré de "El Mecheru", muy cerca de Begoña, con unos calamares riquísimos y no me olvido de "El Fomentín" y sus exquisitas albóndigas de bonito.
Seguro que me dejo un ciento de ellos en mi memoria, pero que rato más agradable acabo de pasar recordando estas cosas. Si me acuerdo de más y mis 17 neuronas me lo permiten, haré otro post.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Veo que ya estas llegando a la famosa crisis de los 40, donde todos los recuerdos del pasado empiezan a ser mucho mas intensos y emotivos.

Uno de los primeros síntomas es que te acordases de tu tupida cabellera y el siguiente será cuando recuerdes tus abdominales marcados, como cuando MG se pinto con un bolígrafo lo que le resultaba imposible conseguir con el sudor y sacrificio del gimnasio.

Me alegra esta iniciativa que has tenido de lanzarte a escribir un blog, aunque solo sea para que podamos seguir en contacto contando pequeñas aventuras de lo que nos va deparando la vida.

Me hace mucha gracia ver que aunque MG y Mr. peskin hubiesen puesto de nombre de usuario un código secreto, se les puede reconocer perfectamente.

Quien puede ser el único que defienda la ginebra española como la mejor del mundo?, aunque lo sea.

Quien puede escribir vocablos que no entiendo?, la gente no cambia.

Ahora solo queda desvelar mi identidad, ¿Quien puede beber whitelabel cola? TODOS

Anónimo dijo...

Como está el patio!!!! pero estoy de acuerdo contigo, es un placer rcordar esos viejos pero tan queridos establecimientos, donde entrabas a comprar un poco dejamo de york ( del bueno) y salías con toda la despensa llena de lo apetecibles que eran todas las cosas que en ella vendía. Sin embargo, he de recordarte que todavía hay algunas tiendinas de esas que resiste el embate de los centros comerciales y grandes superficies. Tiendinas donde las patatas y las lechugsa son de la Providencia, los embutidos de Noreña.....en fin ....ya sabes. Añado a tu lista alguna más, la panadería de la calle la Merced,el quiosco del Parchis, ..uff! no me hags pensar..que recuerdos
De todas maneras, te has parado a pensar en si la tendencia actual de las tiendas de alimentación son establecimientos de mediana o gran superficie (a los que ya estamos más que habituados), ¿Como serán las tiendas de alimentación cuando tu tupida cabellera y a la mía ya no le quede ni un solo pelo?
Es bonito recordar, añorar, pero a veces también asusta el futuro.

Anónimo dijo...

whitelabel... ya te tengo, eres inconfundible. la forma en la que me has reconocido te delata... y me agrada que sea así.

Cien Gaiteros me tiene confuso... será una mujer??

Anónimo dijo...

Yo recuerdo el Kiosko de San Miguel y los campeonatos de yoyo...
el perrito, el columpio, el trebol, la vuelta al mundo...
Recuerdo pescar en la punta lequerique y que mi compañero de pesca perdía su apreciada navaja.
Recuerdo el parque isabel la catolica y la canasta que había donde ahora están los juegos de los niños.
Recuerdo que recuerdo muchas cosas gracias a este post, no las puedo escribir todas, es tu blog, no el mio, y agradezco me hayas hecho despertar los recuerdos de no hace mucho...

Lan dijo...

Muy agradecido a todos por vuestra participación en este blog que es el de todo el mundo, porque aquí se puede opinar y escribir libremente de lo que sea y como sea.
Yo disfruté mucho haciendo este post y todavía recuerdo muchas más tiendinas.
Tengo una duda para 100gaiteros: El kiosco del Parchís es el de "que ye que no hay nadie??" o el que estaba en la misma plaza que era estanco y vendía unas gominolas de corazón que sabían de miedo??.

Jajaja. Me muero de risa con los nicks.

Mr Pesk dijo...

A pesar del título del blog y de los consejos del colaborador MG, sigue habiendo mucha gente amiga de la malta y de la cola.

Esta claro que mr Whitelabel amb cola, además de catalán tien familia de Pinzales, y yo creo que los 100gaiteros además de escoceses parlan italiano y son paparazzis.

Sobre el tema de la entrada yo tengo para hacer un libro, no en vano soy descendiente de honrados comerciantes gijoneses, pero como yo crecí en el mismo barrio que el autor del blog, me gustaría rescatar algunos locales hosteleros míticos ya desaparecidos como: Yuste, Fontana, Tívoli, La Cornisa, El Tiburón, el Astrolabio, Pío, Corona... ¿recuerdas un restaurante que se llamaba El Mercedes, en la calle Libertad?...el Trole, el antiguo Retiro, el antiguo Pasaje, la antigua Botica, el antiguo Globo, Casa Argüelles, El barín, con todo esto estoy recordando escalopes milanesas de mucho nivel, chopas a la espalda, ¡angulas, que época!, quisquillas de tapa con un culín esperando por la mesa... tengo que parar que la saliva me va a estropear el teclado.

Como hace tiempo que no frecuento Gijón, tengo dudas sobre algunos, ¿Qué ha sido de?: El navío y Solita, las tiendas de ultramarinos que alternaba con la Argentina (yo era de Dominguez Gil), la carnicería Mari, la droguería Payma.

También recuerdo con cariño las jugueterías Navarro y Gepeto esta última la abrieron las del kiosco Robeco cuando les tocó la lotería y que más tarde traspasaron y se convirtió en la chuche-tienda Pistacho. Entre las tiendas de ropa destacaba el Cometa, la mítica Deportes Meliá en la calle instituto, la zapatería Venus en corrida, pero si hay un local que me recuerda a mi infancia es la librería Escolar, en el segundo tramo de corrida, donde me compraba mi bisabuela los kalkitos, que eran unos adhesivos que se colocaban sobre un fondo raspando con un lápiz por encima, jeje no había play de aquella.

Ir a la rula, con sus motocarros piaggio para hielo, o a la pescadería municipal con mi abuelo son también imagenes de los 70' pocos años más tarde apareció en el muelle de Oriente un gran barco blanco que se quedó varios años de cafetería (con lo caro que está el metro cuadrado!!!)

Otro día seguimos

Lan dijo...

Increible memoria la del Sr. Pesk, pero me quedo con 3 cosas:
1) Robeco
2) Madriles Meliá
3) Los Kalkitos !!!!!

Y añadiría como juguete precursor de la hoy conocida como PS los juegos de agua de Geyper.

Gracias por escribir

PD: Igual 100 gaiteros quería decir 100 gaviotas