martes, 25 de noviembre de 2008

Tengo frío

Yo soy de los que prefieren un calor atorrante e ir ligero de ropa a un frío chungo que se te mete hasta los huesos y que te obliga a ir vestido con tropecientas prendas. Lo prefiero desde siempre aunque siempre sea más fácil combatir lo segundo que lo primero y el frío traiga sensaciones más reconfortantes.

Esto lo digo por esta mierda de tiempo que nos está tocando vivir en estos días y que me toca a mi otra cosa, porque no lo aguanto (joder, parezco "el amargao" que es un cliente mío del que un día os hablaré).

Lo que si disfruto es estar en casina calentín (mis amigos mirandeses estarán descojonandose con los diminutivos utilizados) mirando a través de la ventana una tormentona de esas que hacen época y que golpea las persianas. Un día de esos que la lluvia y el viento fuerte se mezclan en la noche mientras sostengo entre mis manos una taza de café (como la amiga de la foto) y de fondo suena jazz (aquí ya me sobré).

Otra sensación que me gusta mucho y que alguna vez me ha tocado vivir es estar cerca del puerto deportivo de Gijón en día de viento y escuchar el sonido de los barcos que están amarrados en sus pantalanes. El movimiento hace que sus cables metálicos (es que no se cuál es su denominación náutica) choquen entre si y con sus mástiles y hagan un peculiar tintineo que merece la pena escuchar atentamente. O como cuando estuve en Munich hace un año y me tomé un vino caliente a las once de la mañana en el Viktuallenmartket en un puestecillo de madera que estaba en medio de la calle.

Por cierto, voy a contaros un truco para dormir en días de insomnio: Cuando estéis metidos en la cama tapados hasta la nariz, en lugar de estar pensando en los problemas que nos impiden dormir pensad en esos días en los que estás en la calle por obligación con frío polar y desearías por todo el oro del mundo irte de ahí para meterte en tu casa porque no soportas más ese tiempo y porque te mueres de sueño. Eso o, como nos dice MG, tomar un gintonic después de cenar.

Pero a pesar de estas todas estas sensaciones sigo diciendo que donde esté un buen día de sol en el que vas de manga corta y tu cuerpo absorbe energía solar a raudales que se quite el incómodo frío y el despeinante viento (jajaja).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy guapo estar calentín en casa un día de frío y lluvia, cuanto mejor que ir a parque principado.

Busquemos el lado positivo de estos dias de frío y lluvia y nieve.
Frío mata los bichos malos que están en el aire...
Lluvia llena los embalses, riega los campos, límpia la atmosfera...
Nieve... Podemos ir a esquiar o a trinear.

POR CIERTO EN ESTE OTOÑO INVERNAL QUE ESTAMOS VIVIENDO DÓNDE ESTÁN LOS DEL CAMBIO CLIMATICO Y LOS DE DEL CALENTAMIENTO GLOBAL ??